Cuando nos referimos al concepto de ‘ciudades inteligentes’, hablamos de urbes que están interconectadas a través de un sistema de tecnología que abarca redes optimizadas, infraestructura idónea e internet. Sin embargo, lo asociamos a una realidad que aún no está cerca de establecerse.
De acuerdo con una investigación revelada por Naciones Unidas, para el 2050 el 75% de la población mundial vivirá en ciudades. Esto equivale a 6.000 millones de habitantes. Por eso, hoy no estamos lejos de incluir sistemas vanguardistas que ofrezcan a los ciudadanos una mejor calidad de vida. Una meta por la que se ha venido trabajando desde distintas industrias. Otro estudio, realizado en el 2015 por el Centro de Globalización y Estrategia del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa, ubicó a Bogotá en el puesto 5 entre las capitales más inteligentes de la América Latina, después de Santiago de Chile, Buenos Aires, Monterrey y México. Esto evidencia el constante esfuerzo que se ha hecho en el país para convertir sus principales ciudades en lugares sostenibles.
Hoy, el mundo está evolucionando y vemos avances científicos, de infraestructura y tecnología que nos obligan a estar al tanto de los últimos descubrimientos y creaciones. Por ello, más empresas especializadas en sistemas tecnológicos aplican sus conocimientos liderando proyectos que buscan optimizar procesos, con el fin de encontrar el camino hacia las capitales del futuro. El fenómeno de ciudades inteligentes o urbes del conocimiento suponen una interacción dinámica y constante entre los ciudadanos y los diferentes componentes de una metrópoli: el transporte, las viviendas y la infraestructura, hasta llegar a la seguridad y los servicios. Convertirse en una ciudad inteligente abarca una economía a gran escala, sistemas de movilidad que controlen el tráfico y ciudades más verdes que utilicen energías alternativas para mitigar el impacto ambiental.
Es así como el Gobierno Nacional, a través del MinTIC, ha efectuado una excelente labor al adoptar y priorizar la tecnología como factor clave para el crecimiento y desarrollo del país. En el mediano plazo será una realidad vivir en urbes más ecológicas, limpias, seguras y conectadas por dispositivos que midan y monitoreen, en tiempo real, el tráfico en las vías del país, o con sistemas de videovigilancia urbana, que prevengan delitos. Bajo este contexto es imperativo contar con un sistema integrado que abarque entidades como la Policía, los Bomberos, la red de ambulancias y autoridades de tránsito, con el fin de prevenir cualquier tipo de irregularidad. Medellín, por ejemplo, cuenta con el programa ‘Ciudad Inteligente’, desarrollado por la Alcaldía, cuyo fin es liderar la transformación de la ciudad para cambiar la calidad de vida de los ciudadanos, mediante el buen uso de las TIC y el empoderamiento de la comunidad de su propio entorno.
Sin duda, existe una preocupación por adoptar innovaciones que optimicen servicios esenciales para la comunidad, como el transporte y la seguridad. Vivir en una urbe interconectada, que arroje información, en tiempo real, a través de tecnologías amigables, está más cerca de hacerse realidad.
Nohora Albornoz
Gerente general de Itelca