Cuando Rodrigo Janot fue escogido en el 2013 por Dilma Rousseff como fiscal general de Brasil, la entonces presidenta no imaginaba que este funcionario de carrera acabaría siendo el responsable de las investigaciones que desembocarían en su salida del cargo. El llamado escándalo de ‘lava jato’ (lavadero de carros) forma parte hoy de las gestas de la justicia en contra de la corrupción, con consecuencias que todavía no terminan.
Una de ellas es la revelación del pago de sobornos por parte de la multinacional de la construcción, Odebrecht, con repercusiones en Colombia, en donde ya se emitieron las primeras órdenes de arresto. Presente en el Foro Económico Mundial en Davos, cuyas sesiones también se ocuparon del tema de la transparencia, Janot habló con PORTAFOLIO.
¿Cuál fue la clave para destapar la olla podrida en Brasil?
Aparte del esfuerzo dedicado de jueces y fiscales, la cooperación internacional resultó ser fundamental. Tenemos convenios que operan con 33 países, dentro de los cuales menciono a Suiza, Estados Unidos, Francia, Italia o Gran Bretaña.
¿Y en materia de ordenamiento interno?
Una serie de leyes que establecen la colaboración con la justicia o que nos permiten usar la tecnología para seguirle el rastro a operaciones financieras. No menos importante fue la aplicación de técnicas de administración en las investigaciones, lo cual nos permite hacer seguimiento a los procesos con indicadores cuantitativos, cualitativos y fechas para concluir el trabajo.
¿Cómo evitar la injerencia de otros poderes o presiones externas?
La fiscalía en Brasil es autónoma e independiente, con un fiscal que es de carrera que tiene un mandato fijo y que es renovable. Mi periodo termina en septiembre.
¿Cómo manejan las solicitudes de información de otros países?
La cooperación es una vía de dos sentidos en la que enviamos y pedimos información. Según los convenios firmados en la Ocde estamos en la obligación de entregar los resultados de las pesquisas de manera espontánea.
¿Cómo va la cooperación con Colombia?
Empieza. Tenemos un acuerdo en curso, pero debemos esperar el fin del proceso en Brasil.
¿Aparte de Odebrecht, hay información de otras empresas brasileñas involucradas en sobornos?
No que yo conozca. Y el proceso contra Odebrecht no ha terminado.
¿Qué le responde a quien dice que estas pesquisas hacen más daño que bien?
Los problemas políticos no vienen de las investigaciones judiciales. Los económicos, tampoco. Las empresas están obligadas a competir entre ellas, sin cartelizarse o pagarle a los funcionarios públicos.
¿Qué tan fundamental fue en las revelaciones el papel de Estados Unidos o Suiza?
Ayudaron con la información de las cuentas bancarias para descubrir el dinero o los movimientos financieros, pero lo sucedido es resultado de la presión de la justicia brasilera. Después hicimos un acuerdo trilateral con esos países. Ahora estamos esperando el aval de los jueces para concluir el proceso, que debería terminar en unos dos meses.
Ricardo Ávila Pinto
Director Portafolio
Davos (Suiza)
Internacional
22 ene 2017 - 8:49 p. m.
Cooperación, clave en lucha anticorrupción
El fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, dirige la investigación en el caso de Odebrecht.
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Ricardo Ávila Pinto
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