El año que acaba de iniciar promete no ser fácil en muchos frentes, pues a las nuevas realidades que deberá asumir Colombia, se suma un entorno internacional con grandes focos de incertidumbre que tienen impacto local.
Además, por estos días el ambiente está enrarecido, pues pasadas la fiestas los consumidores amanecieron en el 2017 con mayores impuestos y la tradicional ola anual de aumentos de precios y tarifas basados principalmente en el incremento del salario mínimo (7%) y la inflación del año anterior (5,75%).
(Lea: La inflación del 2016 fue 5,75 %, informó el Dane; salud y alimentos 'dispararon' el costo de vida)
No obstante, esto no puede desdibujar la expectativa de que la economía del país seguramente la va a pasar mejor que en el 2016, a menos que los vientos que provienen del exterior limiten la recuperación.
Lo que suma
Si se ponen los temas locales en una balanza, por lo pronto la inclinación se da hacia los factores positivos.
En términos generales, los analistas coinciden en que el crecimiento del PIB del 2017 será mayor al del año anterior, con todo y que las opiniones están divididas.
Un sondeo realizado por Bloomberg durante la última semana de diciembre, revela que, en promedio, los expertos prevén una expansión económica de 2,4% (frente a 1,9% proyectado para 2016).
Aquí, la proyección más optimista es de 3,5%, mientras que la menos alentadora no llega a 1%. En tanto, la expectativa del Gobierno ronda el 3%.
La recuperación se sustentaría en varios sectores de la producción. Por ejemplo, la actividad constructora sale nuevamente al ruedo, tanto en obras civiles como en edificaciones.
Por un lado, se espera que, logrados los cierres financieros de algunas vías 4G, este sea el año en que empiecen las ejecuciones. Al tiempo, se mantendrán activas las iniciativas gubernamentales en materia de vivienda.
De igual forma, se espera que en el 2017 llegue una mejora sostenida en las exportaciones colombianas, lo cual elevará los ingresos del país y por ende habrá una reducción en el déficit de la cuenta corriente, una de las principales vulnerabilidades de la economía en los dos últimos años.
A su vez, se espera que los hidrocarburos y la minería vuelvan a sumarle al PIB, pues hay expectativas de que los precios de las materias primas estén más altos que el año pasado, y que aumenten las inversiones.
Y aunque no es una buena noticia que la inflación haya completado tres años por fuera de la meta del Banco de la República (2 a 4%), por ahora las condiciones están dadas para que el índice de precios siga moderándose y vuelva a ese rango.
luz amarilla
Aunque en una coyuntura difícil el sector financiero lideró el desempeño económico, la realidad es que en los últimos seis meses el crédito se ha enfriado de manera considerable.
La expectativa es que esta situación se mantenga al menos en la primera mitad de este año, y más aún porque la disminución de la tasa de interés del Banco de la República (que hoy está en 7,5%) no se dará de manera acelerada y su impacto en los préstamos de personas y empresas toma tiempo.
En cuanto a la industria, los empresarios dan señales de optimismo, pues prevén una mejora en sus ventas y seguir beneficiándose de la tasa de cambio.
No obstante, analistas han advertido que este año se disipará el efecto positivo que tuvo en el 2016 la entrada en operaciones de la refinería de Cartagena, lo cual afectará los números del sector.
Capítulo aparte merece la aplicación de la reforma tributaria, por el sabor agridulce que ha dejado el nuevo esquema de impuestos. Si bien el Gobierno logró resolver las necesidades fiscales urgentes y “podrá cumplir con sus objetivos fiscales en los próximos tres años”, según dijo la calificadora Moody’s en un primer análisis, la realidad es que no hubo caras felices ni en los consumidores ni en los empresarios.
Las familias tendrán que adaptarse al alza en el IVA al 19% y los mayores impuestos a gasolina y tabaco, entre otros, lo cual siembra preocupaciones sobre el consumo.
Y si bien la reforma zanjó una de las fuentes de incertidumbre que tuvieron las empresas en el 2016, la Andi advirtió que el ajuste no es estructural, y que en la práctica no se logró una disminución en el impuesto de renta para las firmas.
El frente externo le pone el ritmo a los mercados
Aunque la volatilidad es la constante para los mercados financieros, la realidad es que este año se suman más elementos que seguramente elevarán la agitación.
El inicio de la era de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, las elecciones en varios países europeos y otros temas geopolíticos, se sumarán a temas como las medidas de los productores de petróleo, el comportamiento de las tasas de interés y el avance de la economía global.
Todos esos elementos tendrán una influencia mayor que los temas locales en el comportamiento de los activos.
Para el dólar, los analistas están esperando que la divisa se mantenga alrededor de los 3.000 pesos, pero los movimientos continuarán siendo bruscos
.
En cuanto a las acciones, prevén otro año de valorizaciones, pero nuevamente la recomendación es ser selectivos, pues las oportunidades se abrirán en varios sectores dependiendo de la coyuntura.
Y para la deuda pública, las condiciones del país dan para un buen año, aunque la fiesta podría aguarse con un cambio negativo en la calificación.
Economía
09 ene 2017 - 7:34 p. m.
Mejora el panorama económico para el 2017
Aunque por estos días la discusión se ha centrado en el alza en tarifas de bienes y servicios, muchos indicadores dan señales de recuperarse.
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