Aunque con el concepto de la firma Gall Zeidler Consultants (GZ), que ratifica la necesidad de modificar el trazado entre Villeta y Guaduas (Cundinamarca) del primer sector de la Ruta del Sol, se despejan las dudas sobre la forma más eficiente de salir por carretera desde Bogotá hacia la Costa, el sector de la ingeniería colombiana y los expertos en transporte lanzaron fuertes críticas al Gobierno por la pérdida de más de tres años para tomar una decisión que había sido advertida desde la adjudicación de la obra.
La presidenta de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI), Diana María Espinosa, señaló que en varias oportunidades el Ejecutivo fue informado con argumentos técnicos de que la ruta elegida era equivocada, y que es lamentable que haya tenido que pasar un año para que llegara a la misma conclusión una comisión de expertos (figura contemplada en el contrato con el consorcio Helios), que señaló que este tramo no era viable.
La directiva lanzó una fuerte crítica a la Corporación Financiera Internacional (CFI), del Banco Mundial, que estructuró un proyecto que ha debido tener más recursos para dar una solución adecuada desde el punto de vista técnico y ambiental.
Si bien la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) dijo ayer que por fin se despeja el camino para este trayecto, los expertos en transporte llaman la atención sobre los graves efectos que en materia de competitividad tendrá un corredor de más de 1.000 kilómetros que será prácticamente un embudo por varios años.
Espinosa estimó que la opción planteada por la ANI, de abrir una licitación en el segundo semestre del 2014, significa que por lo menos durante seis años los viajeros y transportadores de carga que salgan e ingresen de Bogotá hacia la Costa tendrán que usar parte de la ruta actual entre Guaduas y Villeta, que tiene un alto tráfico de carga pesada que moviliza hidrocarburos.
José Stalin Rojas, experto en transporte y movilidad del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (CID), de la Universidad Nacional, expresó que la tardanza afectará un indicador clave para los empresarios como lo es el costo de tonelada por cada kilómetro recorrido.
Según el experto, el sobrecosto de tomar por la ruta antigua podría incrementar entre 5 y 10 por ciento el valor de los fletes con relación la vía nueva.
“Creo que es un paso adelante para quedar igual que hace 10 años”, aseguró y dijo que este tramo pareciera estar maldito, pues desde hace 16 años, cuando se presentó el litigio con Commsa, el trayecto se convirtió en un nudo difícil de soltar.
PROBLEMAS HABÍAN SIDO ADVERTIDOS
Desde que en el 2009 el entonces ministro Andrés Uriel Gallego lideró la adjudicación del sector 1 de la Ruta del Sol, expertos de la ingeniería advirtieron las dificultades, que se acentuaron tras el fenómeno de la Niña entre el 2010 y el 2011, que produjo mayores riesgos por inestabilidades y factores de tipo ambiental.
Sin embargo, Gallego prefirió el trayecto cuestionado. Luego, un panel de expertos previsto en el contrato, subrayó las dificultades del trayecto, pero el actual presidente de la ANI, Luis Fernando Andrade, insistió en mantener el trazado.
Ómar G. Ahumada Rojas
Redacción de Economía y Negocios