El Reino de los Países Bajos (Holanda) está muy interesado en Colombia. Tanto, que por primera vez en los 189 años de relación entre los dos países, un jefe de gobierno (Mark Rutte) llegará a Bogotá dentro de una histórica avanzada política y comercial que traerá, además, a tres ministros, dos de ellos de Aruba y Curacao.
La misión, que empezó a llegar ayer y estará hasta el 30 de noviembre, además de la agenda relacionada con los procesos de paz y la cooperación tradicional, tendrá un componente novedoso: la presencia de 110 empresarios, que quieren explorar negocios en agricultura y horticultura, en logística de puertos y manejo de aguas y en atención en salud, entre otros. Además Holanda será el país invitado de honor en la primera feria BiciGo, que arranca este jueves en Bogotá.
Portafolio conversó en La Haya –junto con otros medios colombianos–, con Hans de Boer, quien, como titular de la Confederación de la Industria y Empresas de los Países Bajos, preside la misión comercial. De Boer, que encabeza un gremio equivalente a la Andi en Colombia, cree que el principal aporte que Holanda puede hacer es la transferencia de conocimiento: “Siempre digo a mis amigos que cuando se va a comprar un kilo de oro y un kilo de tomate producidos en Holanda, el de tomates será más costoso, por la alta tecnología que involucra”.
¿Hay interés de empresas holandesas en invertir en desarrollar el agro colombiano al nivel que ustedes lo están haciendo en su propio país?
Esa es exactamente nuestra idea. Los Países Bajos somos grandes en términos de exportación agrícola pero no es una producción en masa. Tiene que ver más con tecnología, con insumos, lo que vamos a exportar es el conocimiento. Para nosotros es mejor negocio la producción en un país como Colombia, exportar los productos desde allá.
¿Cuál es el modelo que Holanda propone?
En Indonesia o en Vietnam llevamos el conocimiento, y en conjunto desarrollamos productos y también mercados. Por ejemplo, lo que vemos en Ecuador o Kenia, en la industria de flores, que también tiene mucha tecnología. Cultivamos las flores en estos dos países y las exportamos al resto del mundo porque en nuestro país el área es muy pequeña para hacer la producción. Entonces lo que hacemos es ir a sitios más apropiados. Aportamos nuestro conocimiento y hacemos el cultivo y la producción allí y exportamos desde esos países. Ese es el modelo. De hecho, ya importamos flores de Colombia, las mezclamos con otras flores y las reexportamos a otras partes del mundo.
¿Cuáles son los mayores problemas con que han chocado para fortalecer la relación con Colombia?
Actualmente los dos países estamos en un nivel de comercio total alrededor de los 1.500 millones de euros e importamos de Colombia unos 200 o 300 millones. Exportamos a su país mil millones. Colombia es para nosotros un mercado en crecimiento. Vemos gran potencial en Colombia porque está en las primeras etapas de un crecimiento sano y bueno. No vemos obstáculos ni mayores problemas, aunque siempre habrá algo que solucionar.
Por ejemplo, en los últimos días vi que nuestros cultivadores de papa tienen problemas con algunas políticas que ha emitidos su gobierno, pero esto es solo un obstáculo pequeño. Lo podemos discutir, no hay obstáculos grandes. Vemos más un potencial.
En Bogotá tenemos Holland House, que es la Cámara de comercio colombo-holandesa, una organización que combina todos los intereses que ya tenemos en Colombia y trabajamos conjuntamente con el gobierno. Ese modelo ha sido tan exitoso que se está intentando extenderlo a otros países.
En algunas regiones, como el Valle del Cauca, hay emprendimientos de exportación de aguacates. ¿Hay interés holandés en este sector?
El sector de la horticultura será uno de los que forma parte de la misión y sabemos que ustedes están interesados en fomentar su sector de exportación de aguacates. Tendremos algunas reuniones para ver cómo podemos trabajar conjuntamente o cooperar. Sabemos que hay algunas compañías holandesas interesadas en trabajar con Colombia este sector.
Por otra parte, lo de las rosas es muy bueno, sus estándares son muy altos y entonces algunas empresas van a ir a Colombia a ver cómo se puede cooperar y aprender de su parte en este campo.
Sabemos que Holanda tiene un programa de asesoría y acompañamiento a pequeños negocios llamado PAM y también emprendimientos en la economía naranja. ¿Hay alguna iniciativa en ese sentido en Colombia?
Podemos ayudar con emprendimientos, porque tenemos nuestro propio modelo, si el gobierno colombiano nos lo pide. Estamos trabajando con empresas en Holanda que trabajen con compañías colombianas para cumplir con normas de calidad hasta el nivel exigido en Europa. Las compañías pequeñas en Colombia también se podrían beneficiar.
Cartagena y otras regiones del norte están sufriendo la elevación del nivel de las aguas. ¿Cómo puede ayudar Holanda, dada su reconocida experiencia en ese sector?
Lo que queremos es fortalecer lazos, comenzar un diálogo y cuando haya una base de confianza y reconocimiento mutuo, esperamos llegar a negocios concretos. Esa es la manera como trabajamos.
Eduard Soto
La Haya (Holanda)