De acuerdo con la Federación Nacional de Comerciante (Fenalco), en septiembre fueron más los establecimientos que reportaron una caída en sus ventas (26%) frente a los que registraron menores ventas en agosto (23%). En el mes del amor y la amistad el 30% de los consultados afirmó haber tenido mejores ventas y un 23% aseguró haber mantenido sus niveles de ventas sin variación.
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Guillermo Botero, presidente de Fenalco, señaló que ni la celebración del Día del Amor y la Amistad ni el inicio de promociones de aniversario por parte de los grandes formatos impactaron gran cosa la dinámica de las ventas.
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“Sin duda, el gobierno subestimó el nefasto efecto que tendría el aumento del IVA sobre los consumos, según la DIAN, en los primeros ocho meses de este año se recaudaron 5.37 billones de pesos adicionales frente a la cifra registrada en igual lapso del año pasado. Al consumidor, al contribuyente, le han sacado de su bolsillo esa cantidad tan escandalosa de plata, con el agravante de que el “efecto multiplicador” del gasto público en este año no se ha sentido”, afirmó Botero, quien se mostró preocupado por el efecto prolongado que ha tenido la reforma tributaria durante el año.
La opinión de los comerciantes consultados por su agremiación muestra cierto grado de resignación a lo que ha sido un difícil 2017 y ahora piensan en el 2018 como un año en el que buscarán cómo mantener a flote sus negocios.
“Lo que hay que hacer para reanimar la actividad empresarial en la recta final del 17 es no ceder un milímetro de espacio a la competencia, redoblar esfuerzos para hacer alianzas ‘gana-gana’ proveedor-distribuidor y hacer lanzamientos de nuevos productos, así sea nuevos empaques, nuevas colecciones, nuevos tamaños, nueva imagen, nueva publicidad, diferente exhibición”, explicó Botero en cuanto a la percepción de los comerciantes para la última parte del año.
El consumo sigue sin levantar cabeza según los comerciantes consultados, quienes además están preocupados por el comportamiento del mercado laboral y el temor de mucho trabajadores colombianos que, de acuerdo con Fenalco, han expresado en varias encuestas de opinión sus temores ante la posibilidad de perder su trabajo, lo que los motiva a ser más cautelosos en sus compras.