Cerca de 90 especies animales afectadas, 9 lagunas en peligro, 83.300 personas de zonas rurales perjudicadas y más de 14.000 barriles derramados. Este es parte del balance que dejaban, hasta ayer, los 20 atentados en contra de la industria petrolera registrados en lo que va del año. (Lea también: 83.000 afectados por atentados a la industria petrolera)
Ocho de ellos se dieron este fin de semana, y las dificultades para contener el crudo derramado han sido innumerables.
De acuerdo con el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, en algunas zonas las comunidades no han permitido ingresar a las personas de las empresas que van a atender la contingencia de la emergencia.
Esto se ha dado principalmente en Putumayo (donde se han producido 10 atentados este año), en el que hay diversos tipos de inconformidades de la comunidad.
Por ejemplo, en la vereda La Cabaña (Puerto Asís), afectada por el derrame forzado, por guerrilleros de las Farc, de 3.120 barriles de petróleo, algunos miembros de la comunidad no permiten a los funcionarios de Vetra, que van a recoger el hidrocarburo derramado, ingresar a la zona.
Las razones expuestas tienen que ver con que necesitan ver mayor presencia de las instituciones nacionales en la zona.
En otras áreas del Putumayo también se dan otro tipo de problemas sociales.
“Terroristas las han movido, las han amedrentado y las han intimidado para que no nos dejen entrar a hacer esa labor de reparar los oleoductos, les han dicho a las comunidades que nos pidan plata, diferentes cosas”, señaló el presidente de Ecopetrol, Juan Carlos Echeverry.
La mancha hacia Tumaco
Otro de los atentados que se registró también el lunes, en el oleoducto Trasandino, ocasionó un derrame de 4.000 barriles de crudo que llegaron al río Caunapí y de allí al río Rosario, por donde ayer se desplazaba una mancha de petróleo de 20 kilómetros difícil de contener.
“Una mancha de veinte kilómetros se puede contener si se logra ir más rápido que la mancha, es decir, lograr colocar barreras de contención más abajo. El acceso a ese territorio no es fácil y el clima no nos está ayudando; hay previstas lluvias en los últimos días”, señaló Vallejo.
Para el Presidente de Ecopetrol, de llegar la mancha a la bahía sería una verdadera tragedia ambiental y social.
Nariño es el segundo departamento más afectado por esta nueva ola de atentados en contra de la industria petrolera. Allí se han detonado explosivos a lo largo del Oleoducto Trasandino en los municipios de Mallama, Tumaco y Barbacoas.
“Esperamos que estos atentados cesen hoy, porque son irracionales no afectan sino a los más pobres y a las especies más frágiles en nuestros ecosistemas”, declaró Echeverry.
RECURSOS PARA LA CONTINGENCIA
Para atender este tipo de atentados (entre otras intervenciones sociales y ambientales) la empresa tiene disponibles un presupuesto de 10.000 millones de pesos. Cálculos preliminares indican que solo contener el derrame de los carrotanques, costaría 5.000 millones de pesos, recursos que deben asumir las empresas y Ecopetrol.
Pero, según Echeverry, la empresa destinará los recursos que sean necesarios para atender la emergencia. En todo caso el impacto irá directo a los gastos de la petrolera, que deberá destinar más recursos para el transporte de crudo, para reparación de oleoductos y para hacer planes de contingencia ambiental.
32 MIEMBROS DEL EJÉRCITO MUERTOS
Este año han muerto 32 efectivos del Ejército y 102 han sido heridos en operativos para proteger la infraestructura petrolera.
“No podemos decir con esa cifra que las fuerzas armadas no han hecho su mejor esfuerzo para protegernos”, señaló Echeverry.
Ecopetrol y el Ejército tienen un convenio de 650.000 millones de pesos para seguridad de las operaciones.