Al cierre del 2014 la deuda pública colombiana, tanto del sector público como de los privados, sumó 101.231 millones de dólares, 10 por ciento más que un año atrás.
Aunque este ritmo de crecimiento está dentro del promedio, lo que inquieta es que hay un aumento en el saldo de obligaciones como proporción del PIB.
De hecho, el dato terminó el 2014 en 26,8 por ciento, casi 3 puntos más que hace un año y es un nivel que no se veía en 10 años, según se desprende de las cifras reveladas por el Banco de la República.
No se trata de que las empresas y el Gobierno se estén endeudando más. La realidad es que por cuenta de la devaluación del peso colombiano, esas obligaciones en dólares pesan de forma más pronunciada si se comparan con el PIB colombiano.
Como se sabe, en el último trimestre del 2014 el precio del dólar subió alrededor del 20 por ciento.
Pero más allá de eso, el tema que aún no inquieta es que solo el 14 por ciento de las deudas son de corto plazo.
Desde el punto de vista de las obligaciones del Gobierno, el saldo llegó a 59.664 millones de dólares, que representan un aumento anual de 14 por ciento. De ese monto, apenas el 1 por ciento corresponde a deudas que deben pagarse en el corto plazo.
Los datos del Banco de la República muestran que el 56 por ciento de la deuda pública externa está representado en bonos, un 31 por ciento en obligaciones con organismos internacionales y el resto con agencias, gobiernos extranjeros, bancos y proveedores.
Entre tanto, la deuda externa privada está ganando participación. Al cierre del 2014 representaba el 41 por ciento del total, 3 puntos más que hace cinco años.
De un saldo de 41.567 millones de dólares al cierre del 2014, prácticamente un tercio corresponde a obligaciones de corto plazo.