Pese a que en noviembre del año pasado los pronósticos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) frente al crecimiento de la economía colombiana no eran tan pesimistas y apuntaban a un 4,4 por ciento para el 2015 y a un 4,7 por ciento para el 2016, ese organismo anunció una revisión de las proyecciones para el país. Ahora, estas concluyen que el PIB se expandirá un 3,3 por ciento este año.
El soporte para la reducción del pronóstico, de acuerdo con la Ocde, radica en que la inversión extranjera y las exportaciones que hace Colombia están cayendo como consecuencia de la contracción en las cotizaciones de los productos básicos y de la desaceleración del gasto público. Este último factor se deriva de menores ingresos derivados de la actividad minero – energética.
Según un documento dado a conocer por el organismo, “el endeudamiento de los hogares y el crecimiento más débil del empleo también frenará el crecimiento de la demanda interna”.
Asimismo, la Ocde señaló que la depreciación del peso frente al dólar “aumentará temporalmente la inflación”. Sin embargo, este fenómeno tendría un impacto positivo sobre las ventas externas de productos agrícolas e industriales.
Con miras al próximo año, manifestó la Ocde, una posible recuperación de la demanda externa y “la relajación de los cuellos de botella en infraestructura”, servirán para darle vigor a una recuperación económica soportada en gran medida por la revitalización de las exportaciones nacionales.
Estas, entre enero y marzo del 2015, cayeron cerca de un 30 por ciento según el Dane y se ubicaron en US$9.416,2 millones (en el mismo lapso del 2014 ascendieron a US$13.488,5 millones). Tan solo en el tercer mes del año se desplomaron 22,8 por ciento.
“Las reformas estructurales son fundamentales para lograr un crecimiento más inclusivo y facilitar el proceso de reajuste económico”, sostuvo el organismo, al tiempo que reiteró que los recursos foráneos que arribarán a los sectores petrolero y minero serán menores.
Sin embargo, restar presiones tributarias a los inversionistas privados podría darle impulso a la inversión en renglones diferentes al minero – energético. Frente al tema de impuestos, la Ocde reiteró que para el país es necesario hacer una reforma tributaria estructural para aumentar el recaudo y restar presiones fiscales.
Entretanto, en materia de proyecciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó recientemente que el crecimiento nacional se desacelerará este año al 3,4 por ciento ante “perspectivas menos favorables para la inversión” y para el consumo privado.
No obstante, ese organismo señaló que “el impacto del ‘shock’ del petróleo en el presupuesto y en el crecimiento económico se verá atenuado por la fuerte depreciación del peso, así como por el funcionamiento de la Regla Fiscal”.
A pesar del entorno, sostiene el FMI, la expansión del PIB colombiano en el mediano plazo tendrá un incremento gradual hacia su nivel potencial: 4,25 por ciento. Para que el país logre llegar a esa meta, serán claves factores como “el desarrollo de los programas de infraestructura, la recuperación de los precios del petróleo y la demanda externa”.
José Darío Uribe Escobar, gerente del Banco de la República, manifestó recientemente que la economía colombiana crecerá este año a un ritmo del 3,2 por ciento. El pronóstico anterior estaba en 3,6 por ciento.
Teniendo en cuenta la reducción del pronóstico, el Gerente dejó claro que algunos factores como un mercado laboral más fuerte, un sistema financiero más sólido y una buena dinámica crediticia le ayudarán al país a que se modere la desaceleración económica. Adicional a esto, la construcción de obras civiles y de edificaciones tendrá un impacto positivo.
“El Banco de la República cortó su pronóstico al 3,2 por ciento, mientras que el Gobierno reveló un paquete de estímulos económicos (el Pipe 2.0) enfocados en sostener en 3,5 por ciento el crecimiento de la economía”, resaltó un informe de la firma Credicorp Capital.
En materia de pronósticos, Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp, dejó claro en el documento que la economía crecerá 3,7 por ciento este año. Esta cifra, señaló, está por encima de lo que espera el consenso del mercado (un 3,3 por ciento).
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