Hace apenas una semana una empleada de un gran almacén de Bogotá reconocía la caída en las ventas por internet de lo que normalmente la gente adquiere por ese canal como electrodomésticos y zapatos.
(Así transcurrió la primera semana de cuarentena nacional).
Y tiene sentido. Las compras digitales se han volcado a suplir necesidades básicas de quienes acatan el aislamiento para evitar la expansión del coronavirus. Sin embargo, el menor interés en la compra de los llamados bienes durables puede ser otra señal de un mal momento para la demanda de bienes y servicios.
A mediados de esta semana el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, señaló cómo en los últimos días las ventas para los comerciantes han disminuido considerablemente (72,1%), mientras que otro tanto habló que “han disminuido un poco” (18,4%).
“Manifestamos nuestra enorme preocupación por la dramática caída en las ventas de sector comercio en todo el país. Con excepción de los comercios dedicados a los alimentos, artículos de primera necesidad y medicamentos, el comercio está cayendo para un 90,5% de los comerciantes”, dijo el dirigente.
A su juicio, si bien los esfuerzos van dirigidos a priorizar la salud y la vida de la ciudadanía, no deja de preocupar la sostenibilidad de las empresas y los puestos de trabajo, ya que el sector representa el 29,1% del empleo urbano.
(Ocho días de medidas sociales y económicas contra la crisis).
Inquieta a los empresarios, dijo, cómo mantener costos fijos de pagos de nómina sin despidos, arriendos y servicios con una tendencia a cero en las ventas por el confinamiento.
La mayoría de los empresarios consultados en la Bitácora Económica extraordinaria que publicó el gremio señaló que no ha tenido problemas con sus proveedores, aunque sí admiten que han recibido la mercancía con precios más altos debido a la devaluación.
Casi el 47% dice que ha tenido retrasos -en su mayoría- de 30 a más de 45 días para recibir los productos de China, también por el coronavirus. Las ventas por internet para las empresas tampoco son comunes.
El 50% de los consultados por Fenalco dice que no vende por internet. De ese total, el 60% afirma que no ve viable en el momento hacer uso de ese canal de comercialización.
OTROS ANÁLISIS
Camilo Herrera, CEO de Raddar, planteó en Portafolio que “esta crisis viene de un virus externo, con la gente en casa, el comercio cerrando, el empleo reduciéndose, la devaluación creciendo a una enorme velocidad y los precios comenzando a subir, causando lo que llamamos un ‘choque de ingreso’”.
Y a diferencia de otros momentos en los que la demanda ha caído notoriamente, “esta vez, los restaurantes, la industria del entretenimiento, la cultura, el turismo y el ocio, son golpeados fuertemente”.
Para el experto, una salida para estimular el consumo pueden ser los domicilios. “En octubre, el 28% de los encuestados por Raddar, habían pedido un domicilio; en febrero, ya son el 37%, dejando ver la tendencia de crecimiento y que este fenómeno es fundamental en la solución al problema”, detalló.
En la semana que termina, Fedesarrollo también advierte un descenso en el Índice de Confianza del Consumidor, con -11,2% en febrero. “Creemos que para marzo es de esperar un mayor pesimismo entre los consumidores. Esto sería resultado de la llegada del brote de coronavirus al país, la caída del precio del petróleo y la depreciación del peso. Esta combinación de factores posiblemente conducirá a una reducción del gasto discrecional, lo que a su vez incidirá en el avance del consumo privado”, señaló un análisis de Bancolombia.
Y se suma el indicador de disposición a compra de bienes durables: -12,2% en febrero. En igual mes del año pasado fue de -4,2%, según la entidad con información de Fedesarrollo.