El mercado del Gas Licuado del Petróleo (GLP) en el mundo está pasando por un momento muy interesante, que debe servir de referente obligado al analizar los retos y oportunidades del mercado colombiano de este gas combustible.
El GLP presenta un crecimiento importante en su oferta mundial al punto que, Argus, en una reciente publicación, proyecta que habrá superávit mundial en los próximos 10 años, a pesar de que la demanda está creciendo también de forma sostenida.
Este superávit, en gran medida, se explica por el crecimiento de la producción de campos no convencionales en Estados Unidos, ya que el GLP se genera en campos de producción de gas natural y por procesos de refinación de petróleo crudo. De hecho, se ha dado una fuerte inversión en terminales de exportación: de 3 millones de toneladas en el 2010, actualmente Estados Unidos cuenta con una capacidad exportadora de 20 millones de toneladas. Al coloso del norte le siguen China, Arabia Saudita, Rusia y Emiratos Árabes, como principales productores mundiales.
La demanda está jalonada por el incremento en el consumo de los asiáticos, principalmente por India y China. El aumento viene especialmente de los sectores residencial y de petroquímica, sin embargo, cada vez está ganando más espacio el uso del GLP para vehículos (autogas).
La Asociación Mundial de GLP, en su reporte estadístico del 2016, reseña que cerca de 26 millones de vehículos en el mundo operan con GLP. Corea del Sur, Turquía y Rusia lideran este uso. Hay otros mercados más pequeños, pero con crecimientos robustos: España, Tajikistán, Estonia y Blangadesh. En Estados Unidos lo usan en flotas de buses, taxis y vehículos de empresas.
El caso de India es particularmente interesante porque el incremento del consumo del GLP, básicamente en cilindros, no solo ha disparado las importaciones, sino proyectos de infraestructura de transporte por ductos. Se requiere esta infraestructura para aumentar la cobertura territorial a consumidores en áreas rurales para reemplazar el uso de biomasa y de madera.
Esto se ha logrado con un programa agresivo de subsidios al GLP en cilindros, que se vio claramente beneficiado con la fuerte caída de los precios del GLP en el 2014 y el 2015. Por supuesto, se busca sustituir el uso de la leña como política de salud pública y ambiental.
En el caso colombiano, en el 2014 se implementó un plan piloto de subsidios al GLP en cilindros para los estratos 1 y 2, solamente para cinco departamentos. Es sin duda, un caso de éxito en la implementación de una política pública: con ese subsidio (44.650 millones anuales de pesos) se están atendiendo 1’130.135 personas, el 25 por ciento de ellas antes utilizaba leña, y el 19 por ciento reporta una disminución en enfermedades respiratorias.
India, con sus fuertes inversiones en transporte por ducto, llama la atención porque el GLP tiene la gran ventaja de que también se puede transportar por carretera, buque o tren. Esa portabilidad hace que este combustible tenga mayor comercialidad para distribuidores y consumidores en zonas no interconectadas (Vgr. islas o zonas rurales). Esto, además, está en línea con la tendencia mundial de privilegiar fuentes de energía disponibles regionalmente, no interconectadas, porque las comunidades se están oponiendo a grandes proyectos de infraestructura en sus vecindarios.
Es el fenómeno del Nimby (Not In My Back Yard), que genera una paradoja difícil de resolver. Todos queremos y nos sentimos con derecho a disfrutar del confort que ofrece la vida moderna, pero sin asumir los riesgos por posibles impactos que ello implica. Así, por ejemplo, queremos la energía eléctrica, el gas natural o la gasolina, pero no las líneas de transmisión eléctrica, los gasoductos o poliductos pasando por nuestros predios.
Así que, el mercado mundial muestra un escenario muy positivo que invita a pensar que en Colombia el GLP tiene un gran potencial para diversificar la canasta de combustibles y ampliar la cobertura de suministro de energía eficiente y sostenible a todo el territorio nacional.
Alejandro Martínez V.
Exviceministro de Minas y Energía.