Julio Roberto Gómez, el eterno presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT) es uno de los pocos sindicalistas del país que defiende a las empresas, porque considera que ellas son el motor del empleo.
El dirigente habló con Portafolio sobre diferentes temas de la actualidad laboral del país.
¿Cuál es la solicitud en materia de horas extras?
La ley 789 de diciembre de 2002 prolongó hasta las 10 de la noche la jornada laboral diurna, es decir que esas cuatro horas extras ya no se pagan con un recargo de 75% sino del 35%. Luego no es cierto que se hayan eliminado las horas extras, sino que se redujo la porción de la jornada considerada nocturna. Lo que desapareció fue el recargo nocturno entre las 6 y las 10 de la noche.
El ex ministro Lucho Garzón habló de una reducción gradual, es decir, bajar la jornada diurna de las 10 de la noche a las 8, y luego se recortar otras dos horas hasta regresar a lo de antes.
Ustedes están pidiendo una reducción del 12% al 4% el aporte de los pensionados para su salud. ¿Cuál es el argumento?
El argumento es que esa es la parte que les corresponde pagar a los empleados. El otro 8% lo pagaba la empresa, hasta antes de la reforma tributaria del 2014, pero como los pensionados ya no pertenecen a una compañía, entonces los pusieron a pagar la totalidad del aporte. El asunto es que en el 2013 se firmó con el Gobierno un compromiso de que se desmontaría esta ley y eso no se ha cumplido. Si una persona se pensiona con el 75% del salario y tiene que pagar 8% más de lo que aportada antes para salud, significa que su ingreso se reduce en 35%.
¿La idea es bajar el aporte de todos los trabajadores?
Nosotros hemos aceptado que se haga de manera gradual, es decir, comenzando con las personas que tienen una pensión de hasta tres o cuatro salarios mínimos e ir desmontándolo poco a poco. Ya hay un proyecto de origen parlamentario que cursa en el Congreso en ese sentido. Esperamos que el Gobierno lo apoye.
"El Gobierno debe apoyar el
proyecto de ley que reduce del
12 % al 4 % el aporte de los pensionados para recibir la atención en salud".
¿Qué opina del informe de la misión de estudios tributarios?
Las conclusiones tienen una concepción neoliberal profunda. Llevar el IVA del 16% al 19%, gravar con retención en la fuente los salarios a partir de 1,5 millones de pesos mensuales y aplicar retención en la fuente a las pensiones.
Y ¿cómo solucionar el problema de ingresos del Estado?
Muy fácil: no robar. Estamos llenos de escándalos de corruptelas y ahora resulta que todas las reformas tributarias descargan su efecto sobre los trabajadores y la clase media.
¿Cree que hay que cobrarles más impuestos a las empresas?
No. Ninguna reforma tributaria que afecte el aparato productivo puede ser bienvenida. Si se toca a las empresas se golpea el empleo. Los inversionistas están en su derecho de obtener ganancias porque esas son las leyes del mercado. Por eso digo que lo que hay que hacer es combatir la corrupción.
¿Qué opina de los estímulos tributarios para la generación de empleo?
Yo estoy de acuerdo con que se creen estímulos tributarios para que las empresas generen más puestos de trabajo. A la vez, se les debe dar tratamiento especial en crédito. De esa manera se puede dinamizar el aparato productivo nacional. Lo que no se puede aceptar es que los estímulos a las empresas vayan en contra del ingreso de los trabajadores.
¿Cómo le pareció la ley de empleo para los jóvenes?
Estoy totalmente de acuerdo. Insisto en que hay que estimular a las empresas que generen nuevos empleos como lo señala esta nueva Ley, y que los jóvenes no tengan la barrera de la libreta militar para conseguir un puesto. Un país no se desarrolla con subsidios sino con oportunidades de trabajo decente y salarios justos.
¿Qué piensa de la tercerización laboral?
Eso es muy nocivo para el país. Por ejemplo en el Distrito, la mayoría de los trabajadores pertenecen a temporales. En el Sena hay 27.000 trabajadores sin vinculación directa con la entidad. El Decreto 583 hizo una recopilación de las diferentes formas de tercerización, y está pendiente la expedición de otro decreto que organice este tema. Pero esta norma está en estudio.
¿Cree que habrá ajuste del mínimo?
Yo creo que esto es perfectamente viable.
Es más, la discusión del salario mínimo no la podemos seguir dejando para diciembre de cada año. Tenemos que hablar de salario desde julio o agosto. La idea es que no aplacemos este tema para fin de año cuando se acumulan todas las presiones generadas por la inflación y el cambio de salarios en los sectores público y privado.
Hay que ser conscientes de que el bajo incremento salarial de este año ha afectado en mayor proporción a los sectores más empobrecidos, porque la inflación para ellos es superior a la del promedio del país. Por eso creo que es la hora de revisar esa situación. Creo que además de esto, debemos plantear desde ya las posiciones para el aumento salarial del 2017, e iniciar la discusión.