Entre el 2012 y el 2016, trabajo infantil disminuyó en el país un 25%, lo cual significa que 291.000 menores de edad dejaron esta actividad. Así lo indica el X Informe sobre Trabajo Decente que presentará hoy en Medellín la Escuela Nacional Sindical (ENS).
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Este reporte, que se da justo cuando Colombia busca ingresar a la Ocde y uno de los dos puntos que le falta pasar del examen es el laboral, destaca también que la tasa de trabajo infantil ampliado (la suma de niños y niñas que hacen oficios en el hogar por más de 15 horas a la semana) bajó de un 15,8% a un 12,5%.
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Una de las principales causas para que los menores de edad incursionen en el mundo laboral es la necesidad de aportar dinero o trabajo para la generación de ingresos para sus familias, en las cuales, por lo general los adultos se ocupan en actividades informales y precarias.
Las zonas rurales presentan las mayores tasas, con un promedio de 15,4%, mientras que en las cabeceras es de 6,9%. La mitad de ellos no percibe ingresos por lo que hacen, siendo los principales campos de desempeño la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con cerca de 365.000 niños y niñas; comercio, hoteles y restaurantes, con 355.000, e industria manufacturera, con 130.000.
“Mientras las condiciones laborales de los adultos no mejoren, se mantengan altas tasas de informalidad y precariedad, permanezca la visión cultural del trabajo como agente formador y no como espacio de riesgo sicosocial para niños y niñas, estos seguirán siendo alternativa de generación de ingresos para sus familias, perpetuando así los círculos de pobreza y desigualdad”, resalta la ENS.
Agrega que en el país persisten problemas estructurales como las tasas de desempleo superiores al 8,1% de la región, la elevada informalidad y una brecha abismal en el ingreso: el 10% más rico de la población recibe 43,9 veces el ingreso del 10% más pobre, de acuerdo con datos del 2015. Y la situación es más difícil para las mujeres. Según la Escuela Sindical, en el 2016, el salario mensual promedio de ellas fue de $854.328, es decir, 18,7% inferior al de los hombres. Fuera de eso, los llamados trabajos del cuidado y el trabajo doméstico no remunerado realizado por el género femenino representa el 18,2% del PIB, según la Primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo Libre.