Hace poco más de una década, cuando se empezó a buscar quién les diera trabajo a los exparamilitares y exguerrilleros reinsertados, curiosamente, fueron las empresas extranjeras las que acudían al llamado, según recuerda el actual director de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), Joshua Mitrotti.
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De alguna manera era un voto de confianza en el país, que contrastaba con la desconfianza del sector privado nacional, pues se trataba a la vez de un ‘tiro al aire’ ya que no se sabía qué resultados iba a arrojar el experimento y subsistía el temor de tener al lado a hombres y mujeres enseñados a vivir con un arma en la mano y que, en muchos casos, habían tenido a los empresarios como blanco de muertes, extorsiones o atentados.
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De hecho, esa fue una de las falencias que los especialistas señalaban al referirse a los procesos de paz que se han gestado en el ámbito nacional: el insuficiente compromiso de los empresarios.
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“Creo que la paz es la oportunidad de relacionarnos de manera distinta. En Colombia hemos estado acostumbrados a una mirada binaria, con dualidades como blanco-negro, bueno-malo, desde un interés particular y no desde una conveniencia general”, se lamenta Mitrotti.
Sin embargo, con el pasar del tiempo y con los resultados a la mano, la situación ha cambiado al punto de que, según el funcionario, hoy día son 650 empresas vinculadas directamente con la ARN.
De acuerdo con su balance, el sector privado está acompañando la creación de más de más de 2.000 empleos formales con plena conciencia de que los ocupan desmovilizados y casi 8.000 en que no lo saben, porque los eligen dentro de procesos en los cuales los seleccionan al ganarles en franca lid a otros postulantes.
Fuera de eso, han acompañado la creación de 350 emprendimientos de excombatientes que se lanzaron al ruedo del mercado de manera independiente. “Aunque hay casos de casos, la experiencia ha sido muy positiva. En 10 u 11 años que llevamos hay más cosas positivas que hechos que lamentar”, dice Juan Camilo Chaves, quien preside en el país a Sodexo, la multinacional francesa que emplea a 150 reinsertados y está presta a duplicar o hasta triplicar el número, dependiendo de las necesidades que se abran tras la desmovilización de las Farc.
ESTRATEGIA SECTORIAL
El reto será ver cómo asumen los empresarios en esta ocasión su compromiso para brindarles una alternativa a 11.445 antiguos subversivos que hay registrados hasta ahora, para rehacer sus vidas y ser productivos. Con el propósito de afinar ese involucramiento y aceitar los mecanismos de comunicación, el Ministerio que dirige Rafael Pardo creó una estrategia dirigida específicamente al sector privado.
CERRANDO LA BRECHA
El propósito del Gobierno es poner al día las zonas más afectadas por el conflicto, a las que ha llamado Zomac –ellas estarán conformadas por 334 municipios, según datos del Minposconflicto–, generando empleo y disminuyendo la brecha de desarrollo que muestran con el resto del territorio nacional, y para ello se valdrá de alianzas con los empresarios. Hasta ahora ha encontrado buen ambiente.
Para eso se creó un incentivo en la última reforma tributaria, consistente en el descuento en la tarifa por impuesto sobre la renta para empresas nuevas que se asienten en estas áreas y creen puestos de trabajo. El beneficio es de entre el 100% hasta el 25% durante la próxima década.
También está ‘Obras por impuestos’, un modelo que experimentó Perú con éxito, y busca acelerar la ejecución de proyectos de infraestructura priorizados en las Zomac mediante la financiación de la empresa privada como parte del cumplimiento de sus obligaciones tributarias.
Según el Ministerio del Posconflicto, por lo menos 40 compañías han expresado su interés en la última modalidad mencionada.
“Ya estamos identificando proyectos para que el primero de enero del 2018 se publique el primer paquete”, dijo hace una semana en varias reuniones con empresarios la asesora del Minposconflicto Catalina Sandoval, quien coordina el trabajo con los empresarios.
Está previsto igualmente que a 157 municipios ubicados en las Zomac vayan también 323 estudiantes universitarios a cumplir con sus prácticas para graduarse. Ellos se vincularían de paso con los laboratorios de innovación –habrá 10–, donde la presencia de empresarios será vital.
Pero, finalmente, ese ministerio considera que un eslabón adicional, y clave en la estrategia con el sector privado, será el montaje de proyectos productivos que dinamicen el campo y conecten la oferta con la demanda. Ahí el Gobierno está en contacto con 10 posibles aliados –gremios y empresas–.
Así mismo, está, entre otros, el programa Vías para la Paz, que comprometerá en su primera fase más de un billón de pesos de regalías para carreteras veredales.
Ese proyecto gubernamental se complementa con el Plan 50x51, que busca construir y mantener 50 kilómetros de carreteras terciarias en 51 municipios que presentan características extremas de marginalidad.