Buscando atacar la informalidad del 90 por ciento que afecta al campo, la baja remuneración de los trabajadores campesinos y los índices de pobreza en esta población que están por el orden del 40 por ciento, el Gobierno y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) suscribieron un memorando de entendimiento en el que se sientan las bases para, desde hoy y durante cuatro años, hacer esfuerzos conjuntos para avanzar en el empleo decente en el sector rural colombiano.
Para ello adelantarán acciones que impulsen el desarrollo sostenible, la generación de puestos de trabajo para consolidar el campo colombiano como motor de crecimiento.
Por otra parte, la reparación a las víctimas del conflicto armado y a sus comunidades son acciones indispensables en un escenario de restablecimiento de los ingresos, la dignidad, la confianza y la esperanza de los trabajadores rurales.
El memorando de entendimiento se suscribió entre el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio del Trabajo, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y la OIT.
El ministro de Trabajo, Luis Eduardo Garzón, destacó el hecho de que "el campo, que ha sido centro de confrontación, de la guerra, del olvido, la tragedia y el dolor, sea hoy visto con optimismo y con posibilidades de sacarlo adelante".
Resaltó también que esta alianza esté centrada en los trabajadores, el campesino, el jornalero.
Esto permitirá hacer frente a las ausencias tiene el campo, donde las mujeres mantienen una forma de trabajo feudal, los jóvenes tienen que desertar por falta de oportunidades y el trabajo infantil es una práctica normal bajo el pretexto de que la sociedad familiar está anclada en la lógica del trabajo.
El jefe de la cartera Laboral explicó que todas las centrales obreras y los empresarios a través de la Andi acompañaron y están de acuerdo con la suscripción de este memorando de entendimiento.
El objetivo principal de este acuerdo es promover la cooperación entre la OIT y las instituciones colombianas que lo suscriben, para el diseño e implementación de una iniciativa integral compuesta de varias líneas estratégicas.
Dentro de estas se destacan la inclusión en la vida productiva, el trabajo formal en el campo y el fortalecimiento de las políticas integradas dirigidas a mejorar las condiciones de los trabajadores rurales y sus organizaciones.
Los firmantes se apoyarán mutuamente para promover el fortalecimiento del desarrollo rural, especialmente en las siguientes áreas:
1. Política pública de trabajo formal en el campo: formalización y promoción del empleo rural, aumento de la productividad.
2. Promoción y respeto de los principios y derechos fundamentales del trabajo.
3. Formalización laboral y protección social: establecimiento de pisos de protección social, extensión de la cobertura de la seguridad social y cubrimiento de los riesgos ambientales.
4. Asociatividad y emprendimiento: mediante el apoyo a las organizaciones comunitarias y asociaciones, para la gestión y ejecución de planes, programas y proyectos de desarrollo rural y agropecuario.
5. Empleo juvenil rural y equidad de género, que promueva la permanencia de los jóvenes en el campo y el relevo generacional, así como el desarrollo de políticas activas de mercado de trabajo con enfoque diferencial para mujeres del campo.
6. Promoción del diálogo social tripartito: fomento de una cultura de cumplimiento y de aplicación de los derechos sociales, económicos y laborales.
7. Desarrollar un entorno favorable para las empresas sostenibles.
8. Programas de capacitación y fortalecimiento de capacidades a la población rural y la ampliación de oportunidades de acceso al mercado laboral.
9. Propiciar el desarrollo económico y social local.
Un comité directivo se encargará de proporcionar directrices para promover el diseño y realización de programas y actividades.