Después de cumplir cien días como inquilino de la Casa Blanca con un alto apoyo popular, el Presidente de E.U. emprenderá dos reformas en sectores claves: salud y energía.
Bloomberg. Para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, los próximos 100 días pueden definir su mandato.
Después de unos tres primeros meses extenuantes durante los cuales enfrentó oposición limitada a un plan de gastos sin precedente y a una reformulación de los objetivos de Estados Unidos en el exterior, Obama acometerá la agenda presidencial más ambiciosa desde la del mandatario Lyndon Johnson en 1965.
Para comienzos de agosto, antes de que el Congreso inicie su receso, la reciedumbre de Obama y su disposición a transigir serán puestas a prueba en dos de sus mayores prioridades: la atención médica, respecto a la cual Obama tiene que decidir si lograr la aprobación de proyectos de ley en el Senado usando una maniobra de procedimiento para eludir la oposición republicana, y la energía, sobre la cual su propio Partido Demócrata está dividido.
"Al actuar tan resueltamente y en una gama tan grande de asuntos, ahora todo le pertenece", dijo Ed Gillespie, ex consejero del presidente George W. Bush, refiriéndose a la transferencia de responsabilidad de su jefe a Obama.
A medida de que Obama avanza en el cumplimiento de su amplia plataforma de campaña, puede aún necesitar lograr un balance en sus valores básicos y el pragmatismo, mientras su plan de gastos de 3,6 billones de dólares hace sonar alarmas sobre un creciente déficit presupuestario.
"Uno va a ver la repetición de eso en todos los asuntos que vamos a encarar", dijo el ex líder demócrata del Senado, Tom Daschle, confidente de Obama.
La lucha contra el fraude
En las semanas venideras, Obama planea reformar el sistema de contratación federal, combatir el fraude crediticio y facultar a los jueces a reducir el costo de las hipotecas de propietarios de vivienda morosos, y quiere que el Congreso apruebe un proyecto de reglamentación del consumo de tabaco. Para cuando cumpla 200 días en el cargo, puede que tenga la oportunidad de designar un juez de la Corte Suprema.