La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), en cabeza de su presidente, Rafael Mejía, sostuvo que para que los Llanos Orientales logren avanzar en el tema agrícola y fortalecerse como una verdadera despensa, se deben ofertar bienes públicos e implementar una reforma tributaria que favorezca la inversión extranjera y local.
“En la Orinoquia y los Llanos se carece de bienes públicos, las carreteras son un desastre, no hay ferrocarriles, la navegabilidad del río Meta es precaria y no hay seguridad jurídica para invertir en estas tierras”, dijo Mejía.
Añadió que debe haber una legislación tributaria favorable para el sector privado, empresarial en el campo, que favorezca al pequeño, mediano y grande campesino si se quiere atraer inversionistas.
Mejía opinó que los resultados del Censo Nacional Agropecuario hecho por el Dane son muy generales y que es muy diferente tener 1.000 hectáreas. en la Altillanura, que 1.000 hectáreas en la Sabana de Bogotá, y que se mostró que los cultivos transitorios como el maíz, la soya y el arroz han caído y que los permanentes, como la palma y el caucho, han aumentado en extensión.
En cuanto al aumento de las importaciones en los alimentos, el Presidente de la SAC dijo que el censo corrobora lo que se ha dicho y que sentencia que la agricultura, con sus cultivos transitorios, se fue acabando desde los 90.
Agregó que lo que se ha caído son cuatro productos principales, que son trigo, maíz, soya y torta de soya, que equivalen al 73 por ciento de lo que se importa.
“El año pasado se produjeron alrededor de 31,4 millones de toneladas, se exportaron 4,4 millones y se importaron 10,3 millones toneladas y eso, en términos generales, da un consumo de casi 17 millones de toneladas de alimentos y el 28 por ciento es importado.
“Eso quiere decir que hay que buscar la sustitución de importaciones y eso no es de un día para otro, pero es muy diferente comprar el 28 por ciento de lo que nos comemos a $1.800 pesos el dólar que a $3.100 pesos por dólar, que refleja un incremento del 65 por ciento”, sostuvo Mejía. Esa fluctuación en el precio del cambio del dólar está afectando la inflación del costo de alimentos porque se trasladan al productor, y a su vez al consumidor, como inflación de precios.
‘CENSO AGROPECUARIO LLEGÓ UN POCO TARDE’
Con la convicción de que el Censo Nacional Agropecuario debió hacerse hace 35 años porque el último fue hace 45 y debieron haber pasado 10 años para hacer otro, el presidente de la SAC, Rafael Mejía, agregó que es imposible negociar Tratados de Libre Comercio ( TLC) con otros países y un proceso de paz sin saber qué es lo que se está negociando en el sector rural porque no se conoce bien.
Precisó que aunque algunos productores agrícolas dicen que es bueno que el dólar tenga un precio elevado porque se suprimen las importaciones y se regula el contrabando, eso ocasiona que suban de precio el arriendo, los fertilizantes, los insumos, las semillas y que hay que ver que si suben los ingresos, también se afectan los egresos.
“Uno no puede hacer cuentas alegres pensando que es mejor el dólar crecido porque hay que mirar la sostenibilidad del negocio. Hoy lo que ha logrado Fedearroz con la planta de almacenamiento y secado y con la planta de semillas, es que le permite al productor tener más campo de acción y contar con posibilidades de sostenibilidad e independencia y eso es bueno”, dijo.
Rubén Darío Romero Castro
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