Uno, porque frente a los vecinos, el monto con relación al PIB aún es bajo, y dos, porque se han aprovechado buenas condiciones a la hora de pedir prestado. Según el jefe de Investigaciones Económicas de la firma comisionista de Bolsa Correval, Germán Verdugo,si bien la cifra en un principio llama la atención, lo que hay que mirar es cuánto representan las obligaciones dentro del PIB. Actualmente, es el 22,1 por ciento, cifra que a su juicio es totalmente manejable, y mucho más teniendo en cuenta que en otros tiempos alcanzó a estar muy cerca del 50 por ciento. El punto más bajo se presentó en el 2008, cuando cayó a 18 por ciento. En esto coincide el director de Investigaciones Económicas de Ultrabursátiles, Daniel Velandia, y añade que hay que tomar como referencia la situación de otros países de la región. Por ejemplo, Chile y Argentina están por encima del 40 por ciento, Perú llega casi al 30, mientras que México y Brasil están en el 19 y 18 por ciento respectivamente. Y viendo un poco más lejos hay casos mucho más preocupantes en países emergentes, como Bulgaria, en donde la deuda es el 116 por ciento del PIB, en Grecia es el 163 por ciento y en Hungría llega al 177 por ciento. Port su parte, el analista de Correval destaca que lo que ha ocurrido con las obligaciones por parte del sector público, es que se han aprovechado las buenas condiciones financieras que ofrecieron los mercados internacionales en el 2009. Vimos un buen manejo financiero, con endeudamiento a tasas muy atractivas y a largo plazo, dice. Una muestra de esto es que el Gobierno hizo tres colocaciones el año pasado: dos por 1.000 millones de dólares cada una (de las cuales una tiene plazo hasta el 2041) y otra en yenes por un equivalente de 500 millones de dólares. Lo mismo pasó con empresas como Ecopetrol, que emitió 1.500 millones de dólares, y EPM por 500 millones de dólares. Por otra parte, Velandia indica que también hay que mirar las obligaciones que tenga el país en el corto plazo, para saber si hay reservas internacionales suficientes para hacer frente a un momento de crisis. Y en ese campo, tampoco hay líos: la deuda de corto plazo, tanto pública como privada, es de 3.659 millones de dólares, mientras que el saldo de reservas internacionales es de 25.244 millones de dólares hasta el 18 de diciembre pasado. Más deuda por caída del recaudo Aunque en años anteriores se hizo un gran esfuerzo por reducir el endeudamiento externo, muy seguramente esto no pasará este año. Ante las necesidades de soportar un creciente déficit fiscal, entre otras cosas por una reducción en el recaudo de impuestos, hay que buscar otras fuentes de recursos. En ese sentido, el endeudamiento es una opción, y más si se espera que por lo menos en el primer semestre se mantengan las tasas en niveles atractivos y si aún hay forma de contraer obligaciones en el largo plazo. WILABR
