En total, se entregaron 137.813 dólares a los 15 liceos participantes de la ciudad, con el objetivo de mejorar el nivel.
En el conjunto del programa, el 90 por ciento de los alumnos recibió algo, con un promedio de 43 dólares por alumno.
"Voy a comprarle algo a mi primita por su primer cumpleaños", declaró Kenny Coffin, de 11 años, alumno de sexto. Por su parte, Jai Carson, de 13 años, aseguró "voy a poner un poco en el banco y a gastar el resto en ropa y zapatos".
Ubicados en las gradas del gimnasio, alumnos y profesores del liceo de Shaw, situado en un barrio de bajos recursos de Washington, escuchan el discurso del alcalde Adrian Fenty, quien acudió para entregarles su primer cheque desde el lanzamiento del programa.
Un estudio del 2007 del Centro nacional para estadísticas sobre la educación mostró que de las 11 mayores aglomeraciones de E.U., los establecimientos públicos de Washington tienen los peores resultados en matemáticas y lectura.
La mitad de los 2,7 millones de dólares que financian este programa piloto de un año proviene de la ciudad de Washington, y la otra mitad del laboratorio sobre desigualdades en E. U. de la universidad de Harvard. Roland G. Fryer Jr, economista y director de este laboratorio, que creó el programa, se unió al alcalde para la ceremonia.
Según los líderes de este programa, estos jóvenes viven en barrios en los que es difícil encontrar ejemplos de éxito en los estudios como fuente de inspiración y motivación en la escuela. De ahí la idea de apoyarlos con dinero.
"En la medida en que los alumnos ganen su dinero, empezarán a comparar lo que ganan con sus compañeros y creo que el poder de este programa aumentará", aseguró el rector del liceo. Los cheques individuales son distribuidos al final de la ceremonia.
Cada uno emplea sus métodos para ganar lo más posible: "El año pasado habría conversado y jugado en los corredores hasta que sonara la campana", recordó Jai Carson. "Hacía bromas, ahora lo hago menos", explicó Dominique Watson, de 13 años.