No es gratuito que esta semana visite a Colombia, acompañado de una treintena de empresarios europeos interesados en explorar las oportunidades de inversión y colaboración con socios colombianos. Y digo esto porque Europa es consciente de la necesidad de explorar otros mercados, otras zonas, y América Latina, junto con Asia, son, de lejos, las economías más interesantes hoy en día. No olvidemos que los cálculos y las previsiones indican que los mercados emergentes de Asia y América Latina, como lo es el mercado colombiano, muy seguramente van a duplicar su rendimiento y superarán el crecimiento de las economías más desarrolladas en el 2020.
Colombia es uno de los países más atractivos de la región y ofrece un marco jurídico estable a los interesados en invertir. Por ello, la meta que nos hemos fijado es consolidar la cooperación con empresas del país en áreas estratégicas, y conseguir una mayor integración. Ya el año pasado, el vicepresidente de la Comisión Europea, responsable de empresa e industria, Antonio Tajani, visitó al país con el fin de tener una primera aproximación con la industria colombiana, y abrir espacios de diálogo y concreción de negocios. Ahora, queremos pasar de la intención al acto. Europa quiere concretar el diálogo para llegar a una cooperación entre empresas europeas y colombianas que estimule el desarrollo económico, la generación de empleo en ambas partes y que contribuya, de este modo, a mejorar la calidad de vida.
Ya es un paso concreto que estemos visitando a Colombia con empresarios de varias nacionalidades como España, Alemania, Italia, Francia, Portugal, Países Bajos y Bélgica. Y estas empresas, especializadas en sectores como construcción, ingeniería, servicios de outsourcing, energía, equipamiento y maquinaria, servicios de comunicación, educación y formación, entre otros, están buscando alianzas con Colombia. Pero mi ambición va más allá: estas misiones deben ser continuas. Como europeo, uno de mis propósitos es apoyar a nuestros empresarios para que se comprometan a exportar al mercado colombiano, lograr que Colombia pueda diversificar su canasta exportadora hacia Europa y conseguir así un mayor intercambio de productos. Sin embargo, no queremos limitarnos a un mero intercambio comercial, es decir, a vender y a comprar. Nuestro objetivo es crear alianzas que vayan más allá del comercio.
De esta forma, la Unión Europea podría contribuir a modernizar aún más la industria colombiana mediante mayor inversión, lo cual implica transferencias de tecnología y lograr que los empresarios sean cada vez más competitivos y sepan sacar provecho de las ventajas del Acuerdo Comercial Unión Europea-Colombia.
La Unión Europea ya finalizó sus procedimientos internos de ratificación del Acuerdo y, por lo tanto, estamos a la espera de que el Congreso colombiano lo ratifique en las próximas semanas. De este modo, el Acuerdo entraría en vigor en el primer semestre del 2013 y ambas partes podrían empezar a beneficiarse de las ventajas y oportunidades que este conlleva. Recordemos que el Tratado ya está en vigor con Perú desde el primero de marzo de este año y, por tanto, Colombia no se puede quedar atrás.
Gracias al Acuerdo, los industriales de la Unión Europea tendrán la oportunidad de explorar nuevos nichos de mercado e invertir en la industria colombiana, lo que no solo beneficiará al país, sino que nos aportará una nueva dinámica para seguir sorteando la crisis. Creo, además, que el acuerdo comercial nos beneficiará mutuamente y ayudará a la pequeña y mediana industria europea a expandirse y conseguir, de este modo, superar la situación económica actual. Asimismo, estoy convencido de que la experiencia y el desarrollo tecnológico de Europa pueden contribuir positivamente al proceso de modernización de Colombia y a la reducción de los costes de producción.
En esta nueva dinámica de relaciones Unión Europea-Colombia, vemos con interés sectores como la industria farmacéutica, los servicios, la aeronáutica, el transporte, los análisis técnicos y el control en la construcción, la porcelana, los cosméticos, las consultoras en administración y servicios, la energía, además del enorme potencial que ofrece el turismo. A pesar de la difícil coyuntura internacional, Colombia tuvo un crecimiento del 4 por ciento en el 2012. Se trata de un país muy dinámico, y Europa quiere contribuir a ese proceso de crecimiento y desarrollo.
El compromiso de Europa con Colombia es firme, y vamos a seguir apostando por estrechar nuestros lazos y cooperar a todos los niveles con el objetivo de lograr alianzas estratégicas con el país.
Me gustaría concluir resaltando que lo que quieren la Unión Europea y Colombia es seguir trabajando unidos por una meta conjunta: la creación de un ambiente favorable a la innovación y el crecimiento, y el intercambio de experiencias que favorezcan un mayor desarrollo de las dos partes.
Daniel Calleja
Director de la Dirección General de Empresa e Industria de la Unión Europea.