Definido el equipo que conformará el Congreso de la República durante los próximos cuatro años, ahora la carrera se traslada al Ejecutivo, pues empieza en firme la disputa por la Presidencia. Hasta ahora hay seis candidatos inscritos. Se trata del presidente Juan Manuel Santos, Óscar Iván Zuluaga del Centro Democrático, Marta Lucía Ramírez del Partido Conservador, Clara López Obregón del Polo Democrático, Aída Avella de la Unión Patriótica y José Antonio Rocha de Opción Ciudadana, y aún falta la inscripción del de la Alianza Verde.
Aún no han comenzado los debates y es poco lo que se conoce de sus planteamientos sobre la economía. Aunque no se espera que haya un cambio de modelo, la realidad es que quien asuma las riendas del país entre el 2014 y el 2018, deberá atender asuntos urgentes y avanzar en reformas estructurales.
El tema que sin duda concentrará una parte importante de los esfuerzos en el corto y mediano plazo es la paz. Si se sigue avanzando en lograr acuerdos en La Habana, el Gobierno deberá enfrentar los desafíos que se derivan del posconflicto y que incluyen la reinserción y ajustes en materia agropecuaria, entre otros.
Este factor se suma al gran listado de elementos que están presionando las finanzas de la Nación. Si bien en los últimos años ha sido evidente la mejora en términos fiscales, el reto aquí no es solo llegar a un buen balance, sino mantenerlo.
Es ahí justamente donde el Gobierno del próximo cuatrenio tendrá que poner más atención, pues ante un gasto creciente, una de sus tareas de corto plazo será buscar fórmulas para aumentar sus ingresos, pues es inminente la reducción de casi 9 billones de pesos por la expiración de algunos impuestos.
Más allá de los temas macro, las tareas en el frente social son de enormes dimensiones si se quiere reducir la desigualdad, ampliar las oportunidades en empleo y disminuir la pobreza. Entre las grandes reformas están la del sistema de salud, para que sea más sostenible financieramente y para que mejore su calidad.
Igualmente, las pensiones son un tema urgente, por los problemas que le está generando a las finanzas públicas (25 billones anuales), sumado a la inequidad que existe en el sistema y la baja cobertura.
SEGUNDA GENERACIÓN
Es innegable el cambio que ha tenido el país en los últimos años, lo que le ha permitido ser bien visto e n el exterior, al punto que Colombia ya está metida de lleno en su ambición de hacer parte de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
Esto implica que también hay que ir pensando en una serie de reformas de segunda generación, es decir que no solo se trata de sembrar las condiciones básicas, sino de entrar en temas más sofisticados.
Es aquí donde juegan temas como que la educación no es solo cobertura sino calidad, hay que trabajar mucho más en lo que hasta ahora ha sido conocido como la locomotora de la innovación, y seguir mejorando el clima de negocios.
Incluso, hay temas de corte institucional que necesitan mejorar. El exministro de Hacienda, Roberto Junguito, dijo recientemente en una columna de opinión en este diario que el Departamento de Planeación Nacional debería recuperar su misión de ser el brazo técnico del Gobierno y fortalecer su tarea de formular y ejecutar políticas económicas.
Pero, visto desde una perspectiva más general, las instituciones son uno de los factores que más están afectando la competitividad del país. Al menos así se desprende de los escalafones que realiza el Foro Económico Mundial.
En síntesis, la lista de tareas es larga si se quiere mantener el tercer puesto entre las economías de América Latina, y que esto se trasmita a los colombianos.
DESAFÍOS QUE PLANTEAN LOS SECTORES
Producción industrial
En los últimos años, la industria ha perdido peso dentro del PIB colombiano. No se trata solamente de que haya áreas como los servicios, que están ganando terreno, sino de que la producción industrial lleva dos años con números rojos. Por eso, es necesario fortalecer las estrategias en las que ya están trabajando el Gobierno y los empresarios (como el PIPE y los comités sectoriales que se han creado bajo el liderazgo de la Andi).
Adicionalmente, habrá que seguir creando las condiciones para que la industria siga creciendo en productividad y competitividad y por ello es urgente tomar más medidas anticontrabando, y mejorar en innovación.
Infraestructura
La necesidad de mejorar en infraestructura es otro tema que ya está sobrediagnosticado. Pero son justamente las deficiencias en esta área las que están golpeando significativamente la competitividad de otros sectores.
Ahora que se han dado pasos importantes en torno a la institucionalidad, y a mejorar los estándares técnicos, el gran reto de la próxima administración es que las obras que se van a adjudicar en los próximos meses puedan llevarse a buen término.
La Cámara de la Infraestructura señala que se necesita un plan maestro de infraestructura de transporte, fortalecer las pyme del sector y ofrecer una solución ágil de conflictos.
Agro
La crisis del sector agropecuario es un asunto de vieja data, pero con nuevos desafíos. Aparte de los ajustes que pacten en las conversaciones de La Habana, es importante que iniciativas como la Misión Rural que ya está en marcha, identifiquen proyectos para darle rentabilidad y competitividad al sector.
Recientemente, el presidente de la SAC, Rafael Mejía, dijo que los principales retos son la creación de una política de Estado para el agro, despejar la incertidumbre sobre la propiedad rural, hacer un análisis realista sobre los acuerdos comerciales que vengan y lograr un buen aprovechamiento de los que ya están vigentes.
Minería
En los últimos 10 años, el sector de minas e hidrocarburos fue una de las locomotoras que más impulsó a la economía colombiana, pues atrajo grandes sumas de recursos del exterior. Si bien es cierto que factores externos están jugando en contra, la realidad es que desde el Gobierno hay mucho por hacer en el sentido de hacer que esta actividad sea sostenible y no riña con el medio ambiente ni con las comunidades.
Por eso, es importante hacer los ajustes necesarios para que haya reglas claras en el sector desde el punto de vista para los negocios, crear mecanismos para evitar los conflictos con las comunidades y el medio ambiente.
Política comercial
Después de varios años en los cuales el eje central de la política comercial del país era negociar acuerdos para que el intercambio de productos se produjera en condiciones preferenciales, ahora el gran desafío para el comercio exterior es diseñar una política que permita utilizar lo que ya se hizo de la mejor manera posible.
Esta labor de aprovechamiento tiene varios componentes para que funcione, como una mejora de la oferta exportable, apoyo a las empresas para la innovación y la competitividad, una legislación aduanera más ágil, fortalecer la logística e intensificar la lucha contra el contrabando, entre otros.