Aunque los ingenieros coinciden en que para que una carretera quede bien construida y esté siempre en operación, la planificación y un mantenimiento adecuado son claves, también afirman que decidir entre asfalto o concreto puede ahorrarles costos y hasta dolores de cabeza.
La principal ventaja del concreto sobre el asfalto, dicen, es su durabilidad, ya que las carreteras pueden tener una vida útil entre 20 y 30 años, lo que reduce los costos de mantenimiento.
Varios ingenieros consultados afirman que el material a utilizar depende del terreno y del tipo y volumen de tráfico que circula por la vía.
“El suelo colombiano es muy inestable, incluso por razones geológicas, lo que hace que a veces se aconseje el concreto en zonas planas y el asfalto en las carreteras de áreas montañosas”, dice Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombia de Infraestructura.
El tema de los materiales cobró vigencia la semana pasada con la adjudicación de tres concesiones de cuarta generación: La Pintada-La Virginia, La Estrella-Bolombolo y Girardot-Honda-Puerto Salgar.
Los ganadores de las licitaciones, además de buscar los créditos para realizar las obras y tramitar las licencias ambientales, deberán decidir el tipo de pavimento que van a utilizar.
Ecopetrol, único proveedor de asfalto, competirá con las cementeras, entre ellas Argos y Cemex, que quieren entrar al negocio de los materiales para las nuevas vías.
“Ellos puede elegir, pero tienen que responder por una superficie en excelente estado, porque lo que medimos es el índice de estado de carretera. Si no cumplen les hacemos descuentos en los pagos por disponibilidad”, explica Luis Fernando Andrade, presidente de la Agencia de Infraestructura.
El consumo de asfalto en el país está en promedio en 27.000 toneladas por mes y viene creciendo 26 por ciento al año, impulsado por la demanda en la construcción de carreteras.
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