Con esta cita Sebastián Piñera inició su campaña a la Presidencia de Chile, diciendo que estando el país cerca de celebrar el Bicentenario, le asaltaban a él preguntas similares: ¿qué ha sucedido con la promesa de llegar al año 2010 como un país desarrollado y sin pobreza? ¿Dónde está el crecimiento sólido y las promesas de promover la innovación y el emprendimiento? ¿Qué ha ocurrido en Chile que los delincuentes atemorizan día a día arrebatándonos calles, plazas y parques? ¿Dónde ha quedado la admirada tradición de eficiencia y probidad en el servicio público? ¿Cuándo las envenenó la incompetencia y la corrupción? ¿Cuándo y por qué Chile perdió el liderazgo? ¿Por qué volvió a tener un desempleo que afecta a casi 750.000 compatriotas? Similares preguntas podríamos formularnos los colombianos, con la diferencia de que Chile encontró quién le hiciera frente a todos estos interrogantes y en Colombia nuestros candidatos a la Presidencia de la República andan desorientados, presentando propuestas de corto vuelo, centradas en la seguridad, y carentes de la perspectiva de mediano y largo plazo que le permita al país volar alto para sacarlo de sus problemas de desarrollo y pobreza. Así, como hace siete años el cambio era necesario para superar el terrorismo, ahora es necesario para abrir las puestas del progreso y para que pueda entrar en la modernidad. Son muchas las acciones que están previstas en el programa de gobierno de Piñera para hacer de Chile un país desarrollado en el 2018, a través de políticas que fomenten el emprendimiento y la innovación, estimulen el desarrollo de las pymes, aumenten el monto de la inversión en ciencia y tecnología al 1,7 por ciento del PIB al terminar el gobierno, construyan autopistas con cuatro pistas y revisen y potencien la institucionalidad del sistema de concesiones. Pero quizás su principal propuesta es la que busca hacer de Chile una sociedad del futuro con base en las nuevas tecnologías. La plantea en los siguientes términos: Chile llegó tarde a la Revolución Industrial, y en gran parte por eso somos un país subdesarrollado. Hoy no podemos llegar tarde a la Revolución Digital. Esa revolución que nos abrirá las puertas de la sociedad del conocimiento y de la información. Nuestro plan es hacer una verdadera Revolución Digital para nuestro país que nos permita entrar de verdad a la sociedad del futuro. Estamos convencidos de que se trata de una inversión con una tremenda rentabilidad social, no sólo desde el punto de vista económico, sino también para hacer de Chile una sociedad más libre y más justa, más democrática y más equitativa. Después de todo, cuando estamos conectados a Internet, todos tendemos a ser más iguales. Y ese es el Chile que queremos. ¿Será Colombia capaz de captar este mensaje? * Consultor internacional emece1960@yahoo.com "En Colombia nuestros candidatos a la Presi- dencia de la República andan desorientados, presentando propues- tas centradas en la seguridad, y carentes de la perspectiva de mediano y largo plazo que le permita al país volar alto para sacarlo de sus problemas de desarrollo y pobreza".ADRVEG
Finanzas
01 mar 2010 - 5:00 a. m.
¿Qué ataja el poderoso vuelo?
Hace más de 100 años, cuando Chile se aproximaba a celebrar su primer centenario de vida independiente, Enrique Mac Iver pronunció un discurso que quedó grabado en la historia del país. El destacado político denunciaba entonces: Me parece que no somos felices; y agregaba: La holgura se ha trocado en estrechez; la energía en laxitud; la confianza en temor; las expectativas en decepciones. Se preguntaba ¿por qué Chile parecía haberse detenido? ¿Y qué había atajado el poderoso vuelo que había tomado la república?
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