Dos fuertes explosiones sacudieron durante la noche del miércoles al departamento de La Guajira, entre los municipios de Hatonuevo y Barrancas.
En una versión preliminar las autoridades confirman que se trata de un atentado contra las infraestructuras minero-energéticas del departamento.
Los dos hechos aislados se registraron, uno contra la infraestructura del gasoducto que lleva el producto al interior del país, en el corregimiento de Papayal, zona rural de Barrancas; y otro contra la subestación de energía eléctrica, en el municipio de Hatonuevo.
Ambas localidades se encuentran a escasos diez minutos, y las explosiones fueron casi simultáneas.
Una persona murió dentro de la subestación en Hatonuevo, de acuerdo con las autoridades, cuando al parecer trataba de colocar un artefacto explosivo (se llegó a esta versión por la forma en que fue encontrado parte del cuerpo y sus restos esparcidos por la zona).
El servicio de energía se vio afectado.
“No es muy común que una persona electrocutada quede así, es probable que ingresara con una carga explosiva y se le haya estallado”, aseguró el comandante de Policía de La Guajira, coronel Alejandro Calderón Celis.
El atentado contra una de las válvulas del gasoducto, se produjo a eso de las once de la noche, originando consigo un fuerte zumbido y olor a gas, lo que generó pánico entre los habitantes de Papayal.
Una persona murió de infarto, al parecer por la fuerte impresión, mientras que varias personas resultaron afectadas tras la inhalación de gases.
La emergencia, hizo que colapsara el servicio de urgencias del Hospital Nuestra Señora de los Remedios, del municipio de Barrancas.
Según el comandante de Policía de Guajira, al parecer las Farc estarían detrás de los atentados.
“Luego de verificar, efectivamente el tubo está averiado, se presume que fue un atentado de tipo terrorista cometido por el grupo que delinque ahí, las Farc”, afirmó.
Dos días tardará el personal técnico de la Transportadora de Gas Internacional, TGI, en reparar los daños ocasionados por el atentado perpetuado en el gasoducto, en el corregimiento de Hatonuevo, en La Guajira.
Los daños en la tubería obligaron a cerrar las válvulas VL2 y VL3, por lo que se restringió el suministro de gas natural a los municipios de Papayal, Barrancas, Hatonuevo y Fonseca.
Sin embargo, la compañía aseguró que los daños en la infraestructura no interrumpirán la atención regular de los clientes al interior del país, que reciben el servicio de los campos Cusiana y Cupiagua y, en menor medida, del campo Gibraltar, en Norte de Santander, que está operando con normalidad.
RIOHACHA