Tras haber sido abandonado, este pueblo industrial de la parte central estadounidense está hoy reviviendo.
En enero de 2003, los casi 900 trabajadores en la segunda mayor fábrica de la localidad fueron notifi cados de que la planta de utensilios de cocina iba a trasladar sus operaciones a México.
Hoy, muchos de esos mismos empleados han vuelto a la misma planta para trabajar bajo el mando de los nuevos jefes. En una fábrica vecina, trabajadores producen piezas de lámparas industriales de bajo consumo de energía. Al otro lado del pueblo, un antiguo astillero empezó hace poco a fabricar torres de acero de 122 metros para usarse en turbinas eólicas.
Los hijos pródigos que habían abandonado Manitowoc están volviendo armados con títulos empresariales y dispuestos a inyectarle nueva vida a las viejas fábricas. Entre ellos está Tim Martínez, quien dejó Manitowoc para estudiar administración de empresas y economía en Milwaukee. Martínez compró la planta de ollas y sartenes, reabrió la fundición de aluminio y trajo al fabricante brasileño de utensilios de cocina Tramontina para revivir las líneas de ensamblaje.
"Estados Unidos se cansó de las fábricas", sostiene Martínez. "Pero siguen siendo una excelente manera de hacer dinero".
Un grupo de productores similares en Manitowoc ha sobrevivido la década de reestructuración en la industria manufacturera estadounidense y hoy lidera un resurgimiento que, hasta ahora, pasaba desapercibido.
Las fuerzas económicas a favor de las fábricas estadounidenses incluyen un dólar debilitado, que impulsa las ventas de los exportadores y sus proveedores. El alza de los costos de transporte está animando a las compañías a comprar y producir más bienes cerca de sus consumidores.
Un auge minero y de infraestructura fuera de Estados Unidos está elevando la demanda de las grúas gigantes fabricadas por Manitowoc Co., una de las empresas más antiguas del pueblo. Al mismo tiempo, el alza de los costos laborales en ciertos países está restándole atractivo a la tercerización. Cabe aclarar que la industria manufacturera estadounidense tiene serios problemas.
La infl ación y una profunda desaceleración económica local están perjudicando a muchos productores. Hoy en día, sólo 10% de la fuerza laboral de EE.UU. trabaja en manufactura.
En su nivel máximo, a principios de los años 40, un 42% de la población trabajaba en fábricas, y en los 80, cerca del 18%. Sin embargo, mientras la industria manufacturera representa ahora el 12% del PIB, frente a 15% hace 10 años, las exportaciones se han disparado. El año pasado, EE.UU. exportó casi US$1.000 billones (millones de millones) en bienes, 39% más que en 2002, cuando el dólar empezó a caer.
La Asociación Nacional de Empresas Manufactureras estima que las exportaciones estadounidenses alcanzarán US$1.100 billones este año. Un dólar más débil hace que los productos de EE.UU.
sean más competitivos en Europa y otros lugares con divisas fuertes.
Muchas localidades que mantuvieron sus fábricas ¿y ahora están prosperando en medio de una desaceleración general¿comparten ciertas características. Tienen una larga historia manufacturera y una reserva de trabajadores capacitados y empresarios que aún viven allí. Con frecuencia, existe un fuerte compromiso público por mantener empleos fabriles, las universidades del lugar ofrecen programas de entrenamiento y los gobiernos locales dan incentivos para atraer nuevos empleadores.
Pero también puede haber un toque de suerte. Una región puede haber pasado décadas concentrada en una industria que de pronto se convierte en el centro de una feroz competencia global.
Hace una década, las fábricas de Manitowoc empezaron a cerrar.
El número de empleos fabriles en la región de Manitowoc ha caído 20% desde fi nes de los 90, pero un tercio de sus habitantes sigue empleado en fábricas, y seis de los 10 mayores empleadores son de la industria manufacturera. Desde 2004, el empleo en las fábricas ha crecido un 6%.
Como muchos productores globales, Manitowoc Co., el fabricante de grúas, fija sus precios en euros. Cada vez que el dólar cae, el precio que cobra por sus grúas se traduce en más dólares. En 2007, las ventas subieron 37%, a US$4.000 millones. Como el empleador privado más grande de Manitowoc, el éxito de la empresa significa progreso para toda la economía local.
Finanzas
25 jul 2008 - 5:00 a. m.
Un auge de exportación en EE.UU. revive la manufactura
Gracias a la caída del dólar, y a pesar de la crisis financiera, localidades industriales como Manitowoc reabren sus fábricas
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