La administración de los recursos parafiscales de la leche y la papa mantiene dos disensos entre los productores del sector agropecuario, representados en sus respectivos gremios.
Por otra parte, los productores de carne de cerdo y pollo (huevos y carne) han manifestado su inconformidad con los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) que buscan ‘alejarlos’ de las zonas urbanas, en beneficio de la vivienda rural de alto costo.
Otro de los ‘eternos’ conflictos, que data de hace ya medio siglo, es el de los arroceros con sus compradores naturales, los molinos, siempre por los pagos de las cosechas.
El contrabando, las siembras excesivas y los precios altos para los consumidores son los conflictos que actualmente está viviendo el sector arrocero, donde el comercio ilegal, los mismos cultivadores y los molinos, respectivamente, son la contraparte.
Para controlar el primero, Fedearroz pidió al Gobierno que autorice la entrada de arroz del Ecuador, solo por vía marítima, y a los cultivadores, que no siembren tanto. Mientras tanto, observa cómo el kilo de cereal subió 1.000 pesos al cambio de año.
Por ahora, no ha cobrado vigencia, nuevamente, el tema de los precios de compra, en el que los cultivadores se quejan de la manipulación de los precios de compra por parte de los molinos, que –dicen– alegan baja calidad o humedad para ir reduciendo el valor de las compras.
El propio Gobierno le dio un respiro de nueve meses al disenso entre Analac y Fedegán, tras la decisión del Ministerio de Agricultura de prorrogar hasta diciembre 31 el contrato para que el gremio administre el Fondo Nacional del Ganado (FNG).
Así, están de por medio no menos de 100.000 millones de pesos anuales que aportan 450.000 productores.
Fedegán ha expuesto sus argumentos, como el éxito en los planes de sanidad animal (como el control a la aftosa), mientras que los productores de leche, asociados a Analac consideran que Fedegán no los representa, por lo que han pedido que, simplemente, se ‘parta en dos’ el fondo parafiscal: estos últimos manejarían la cuota lechera, mientras que el gremio ganadero, la derivada del sacrificio de ganado.
“Están favoreciendo la vivienda rural de recreo de alto valor y mandándonos a producir lejos”, denunció Andrés Valencia, presidente de Fenavi, el gremio avícola, refiriéndose a los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) de los municipios con vocación avícola. La misma situación la han venido padeciendo los productores porcícolas, según alertó Carlos Maya, gerente de Asoporcicultores.
Al parecer, el asunto no tendrá solución para los productores pecuarios, en la medida que los pollos y los cerdos les ‘huelen mal’ a los urbanizadores.
Acerca del tema, el director de la CAR Cundinamarca, Alfred Ballesteros, indicó que la entidad revisa los POT y verifica si están de acuerdo con los estudios ambientales de las zonas de influencia.
Fedepapa le protestó al Gobierno por el petitorio de las industrias procesadoras para que se autorice la importación de papa, argumentando escasa oferta durante el primer semestre de este año. Para el gremio, es claro que esta sería solo de materia prima para el segmento de papa en bastón, dado su requerimiento de tamaños ‘especiales’.
Por otra parte, aunque pareciera que ya se le hubiera echado tierra al tema de la elección de la junta del Fondo Nacional de la Papa, resultado de convocar a las asociaciones exclusivamente dedicadas a este cultivo y con más de tres años de antigüedad, al parecer algunos interesados, como Dignidad Papera, no quedaron muy contentos. Los intereses de los inconformes están en un fondo que manejaría recursos hasta por 20.000 millones de pesos.
Fedearroz pide que, al entrar el cereal vía marítima, se acabe el contrabando de arroz.
Fedegán destacó el programa de vacunación antiaftosa como un logro de la parafiscalidad.
Fenavi pide que se intervenga para que no marginen las explotaciones de sus sitios de ubicación.
Fedepapa reclamó que no es necesario que se aprueben importaciones del cereal. La escasez sería coyuntural.
