La medida corresponde a las rutas de más de 200 kilómetros y que son atendidas con equipos jet. Los servicios que se prestan con aeronaves turbohélice no tendrán incremento.
La decisión, estipulada en la resolución 2941 del 27 de junio de 2008, es una forma de paliar los altos costos que están asumiendo las aerolíneas por cuenta de los precios internacionales del petróleo, los cuales representan el 35 por ciento de los gastos relacionados con la operación y que ponen en riesgo las finanzas de las compañías, tanto nacionales como extranjeras.
En el caso de las aerolíneas internacionales también fue aprobado un ajuste en el sobrecargo por combustible, el cual está sujeto a unas condiciones especiales de acuerdo con la distancia que tenga cada trayecto. De esa forma, se establecieron cargos para trayectos cortos, medios, intermedios y de larga distancia.
En vuelos cortos (de cero a mil kilómetros), por ejemplo Bogotá- Panamá, la tarifa promedio sin IVA anteriormente era de 210 dólares y ahora el viajero deberá pagar 211 dólares. El incremento es del 0,3 por ciento.
Para los trayectos medios (entre 1.001 y 2.600 kilómetros) la tarifa promedio era de 412,5 dólares y ahora el viajero deberá cancelar 431,4 dólares, con una variación de 4,6 por ciento adicional. Este ítem aplica para vuelos como el que conecta a Bogotá con Miami, en Estados Unidos.
Para los trayectos intermedios (2.601 y 4.900 kilómetros) la tarifa promedio pasó de 605,5 dólares a 691,8 dólares, con un reajuste de 14,3 por ciento más. Un ejemplo, en este caso es el de los vuelos a Argentina.
En cuanto a los trayectos de larga distancia (más de 4.901 kilómetros) la tarifa alcanza los 1.073,4 dólares, es decir, 14,3 por ciento más frente a los 939 dólares que se cobraba antes de la medida adoptada por la Aerocivil. En ese segmento están los vuelos que conectan a Colombia con ciudades europeas.
El director de la Aerocivil, Fernando Sanclemente, dice que la medida tiene como finalidad preservar la supervivencia de la industria aérea en el país. Además es un mecanismo con el que el Gobierno espera garantizar la prestación del servicio aéreo nacional e internacional.
"Los nuevos ajustes están en el promedio e incluso por debajo de los que se cobran para las rutas internacionales cuando los usuarios vienen desde el exterior hacia Colombia", señala Sanclemente, quien agregó que el ajuste se analizará dentro de los próximos dos meses para revisar su impacto, de acuerdo con el comportamiento del precio del combustible.
Para el presidente de la Asociación de Transporte Aéreo en Colombia (Atac), Manuel Leal, es una respuesta positiva a una petición que habían realizado las compañías aéreas con el fin de mitigar los efectos de los altos precios del petróleo.
Dice que eso permitirá que en el país las empresas no se vean obligadas a modificar sus frecuencias con miras a reducir los costos de operación en aquellas rutas en las que el número de viajeros no permite sostener las operaciones.
Cabe mencionar que anteriormente el sobrecargo estaba en 65.000 pesos para los trayectos locales.
Magdalena Pardo, presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas Internacionales en Colombia (Alaico), manifestó que las medidas son oportunas y convenientes.
"El cobro del cargo por concepto de combustible autorizado es un reconocimiento de la difícil situación por la cual atraviesa la industria del transporte aéreo. Nos permite estar en condiciones competitivas para continuar prestando el servicio hacia y desde el país".
El presidente de Avianca, Fabio Villegas, consideró que el ajuste, en promedio del 7 por ciento para los vuelos domésticos, no afecta la demanda de viajeros, pues no supera los niveles de la inflación en el último año y hay mecanismos que permiten a las empresas ser más eficientes con miras a que los usuarios continúen viajando.