La industria automotriz y de autopartes de Colombia empezó el salto al mercado internacional y planea seguir diversificando los mercados y la oferta.
Así lo explica Juliana Rico, de la Cámara Automotriz de la Andi, al indicar que hoy en día Renault Sofasa y GM Colmotores dieron el salto de ensambladores a productores y, además, iniciaron planes de buscar nuevos mercados.
Aunque el país está iniciando la tarea de vender carros hechos en Colombia, el mercado es promisorio si se tiene en cuenta que hace una década solo se vendía a Venezuela y algo a Ecuador de carros ensamblados, no producidos en el territorio colombiano.
Hoy, la industria automotriz local, llega a Centroamérica, a las naciones del Caribe, a los países del Mercosur y ya reporta ventas a México.
Todos estos adelantos hicieron que el Gobierno seleccionara a la industria automotriz como uno de los líderes para el comercio internacional. La meta del sector es ser productor de vehículos y venderlos en los mercados de la región.
Buena parte de las metas que se tenían ya se están cumpliendo.
En el esfuerzo hay que reconocer el apoyo de las multinacionales de vehículos, como Renault, que tomó la planta de Medellín como plataforma para producir para la región los modelos Logan, Sandero y Duster.
Ello le ha permitido a la industria paisa tener refuerzos en la promoción del producto local en otros mercados.
Igual sucedió con GM Colmotores, que trajo al país la tecnología que le permite estampar la carrocería de unos de sus modelos, que ya vende en el mercado local, ahora el reto es llevar esos modelos a otros mercados.
Recientemente, en declaraciones a medios de comunicación, el presidente de GM Colmotores Jorge Mejía indicaba que hay mercados interesantes en Centroamérica, en naciones que si bien demandan pocos autos, son mercados que permiten que la industria local sume más colocaciones.
En su momento, Mejía sañalaba que el país requiere para ser más competitivo: “Generar más proveedores, trayendo inversionistas, con reducción de impuestos por periodos largos, financiación con tasas bajas, sin impuestos de importación para activos fijos. Ahora que están llegando a su fin los TLC, esperamos que se fortalezca la industria”.
De hecho, recordó que la industria nacional si bien ha perdido participación en un mercado que tiene una amplia gama de marcas que ya llega a las 60, los cinco carros más vendidos son producidos en Colombia.
Lo que muestra que tampoco es fácil destronar a los locales y que se están moviendo en la dirección adecuada.
UN PESO EN EL PIB
La industria automotriz y de autopartes tiene una participación del 4 por ciento en el Producto Interno Bruto industrial.
Hoy, las empresas que conforman el sector generan en conjunto 25.000 empleo directos y 100.000 indirectos.
La mayor parte de los empleos son calificados, lo que le permite a la industria tener un respaldo importante de talento humano.
RETOS
Según lo explica Juliana Rico, en el mercado local, la industria colombiana tiene una participación importante en las ventas, del 33 por ciento. Esta en el pasado era mayor entre, el 45 y el 50 por ciento, el reto es recuperar parte de ese terreno perdido.
Además, la industria debe enfrentar las restricciones para llegar a otros mercados como es el caso del Mercosur.
Otro de los retos que actualmente enfrenta la industria es el desarrollo y la consolidación de un Centro de Desarrollo e Innovación para la Industria que lideran la Andi y Acolfa.
Al igual que lo han señalado otros renglones productivos, la industria de vehículos también pide del Gobierno estabilidad y seguridad jurídica.
Los cambios en las normas internas y el no cumplir las etapas de las políticas terminan golpeando a los sectores productivos.
La industria también reclama del Gobierno levantar la prohibición de entrada de vehículos pesados, situación que tiene frenad, una porción del mercado.
A RESPETAR LAS HOJAS DE RUTA
Se le pidió a la industria que adecuara los motores para emisiones Euro IV, las empresas hicieron las inversiones y adecuaciones necesarias para el tema.
Sin embargo, a la hora de hablar del sistema masivo de transporte de pasajeros de Bogotá se pidieron motores que cumplan la norma Euro V y de plano se dejó toda la industria local por fuera de la competencia.