Con excepción de Bogotá, donde el TransMilenio superó su capacidad con 1,6 millones de pasajeros diarios, la demanda en el resto de ciudades que adoptaron los Sistemas Integrados de Transporte Masivo (SITM), es decir, Cali, Barranquilla, Pereira y Bucaramanga, es muy inferior a la estimada.
De acuerdo con un estudio realizado por la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), el Megabús (Pereira), por ejemplo, solo lo usa el 75 por ciento de los pasajeros calculados. Una suerte parecida corre el Metrocali que atiende el 65 por ciento. Sin embargo, la mayor preocupación se concentra en Transmetro de Barranquilla y en Metrolínea de Bucaramanga, usados solo por el 18 y 15 por ciento de pasajeros, respectivamente.
Y es precisamente la baja demanda, según la CCI, la que pone en peligro la sostenibilidad a corto plazo de los SITM, cuya inversión supera los 13 billones de pesos (10,5 billones de la Nación y los entes territoriales y 2,7 billones del sector privado).
El gremio advierte sobre tres peligros especialmente en Bucaramanga, Barranquilla y Cali. El primero es que –basados en el estudio– en estas ciudades, los sistemas están compitiendo fuertemente con el transporte colectivo y en menor medida con el mototaxismo.
“Si no se reestructuran las rutas, con gran dificultad los SITM podrán cumplir con la expectativas”. El segundo riesgo es el aumento de la tasa de motorización. En Bogotá, por ejemplo, se habla de una proporción de 200 vehículos por 1.000 habitantes.
El tercer peligro es la baja tasa de chatarrización de buses que usaban los corredores de los nuevos sistemas. La salida de buses viejos, según Planeación, la lidera Pereira, que completó el 96 por ciento.
Le siguen muy ‘colgadas’ Bucaramanga (35 por ciento), Cali (31 por ciento), y Barranquilla (22 por ciento).
CHRISTIAN PARDO QUINN
REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS