Enfrentados a un duro interrogatorio de un subcomité de senadores, funcionarios y ex empleados dijeron que Goldman manejaba el riesgo de posiciones individuales más que hacer apuestas generales contra el futuro del mercado inmobiliario.
En su primera aparición pública desde que fue acusado de fraude por ocultar información a inversionistas, el ejecutivo financiero Fabrice Tourre negó categóricamente las acusaciones de los reguladores.
Consultado sobre si Goldman tiene el deber de informar a los clientes cuando apuesta contra ellos, Tourre dijo que la firma tiene el deber de comprar y vender títulos de los clientes, y añadió: "no tenemos el deber de ser asesores de inversiones".
El subcomité del Senado disparó todo tipo de artillería contra los bancos de inversión, pero se concentró en Goldman Sachs.
