La cifra de vehículos vendidos, la mayor para un año en la historia del país, incluye automóviles, vehículos comerciales ligeros, camiones y autobuses, según la Federación Nacional de Distribuidores de Vehículos Automotores (Fenabrave).
El fuerte crecimiento de las ventas del sector contrasta con el desempeño de la propia economía brasileña, para la que se prevé un estancamiento en 2009.
El aumento de las ventas de automóviles fue atribuido a las medidas adoptadas por el Gobierno para incentivar el sector automotor, uno de los más afectados por la crisis global debido a la fuerte caída de las exportaciones.
Entre otras medidas, el Gobierno redujo los impuestos sobre la venta de vehículos, lo que provocó un fuerte aumento de la demanda por los coches nuevos y salvó a un sector que en los primeros meses del año amenazaba con sufrir una grave contracción.