Confirmando que el cuarto mes del año fue malo en muchos sentidos para la economía colombiana, el Dane reportó que las exportaciones también tuvieron un fuerte retroceso en ese periodo. De acuerdo con la entidad, las ventas externas del país tuvieron una caída del 27,7 por ciento en abril pasado, con respecto al mismo lapso del 2008.
Semejante retroceso fue generalizado en todos los rubros, pero sin duda la principal responsabilidad recayó en el petróleo, cuya facturación fue inferior en 38 por ciento, debido a la conocida contracción de precios internacionales que no alcanzó a ser compensada del todo con un mayor volumen.
Así las cosas, el acumulado en el primer tercio del 2009 fue menor en 17,3 por ciento al del año precedente. Como consecuencia de ese desempeño, y a pesar de que las importaciones también van de capa caída, la balanza comercial colombiana pasó de tener un saldo en negro de 525 millones de dólares a uno en rojo de 118 millones. Dicha cifra es regular, pero es muy superior a las proyecciones que se hacían hace apenas unos meses. Ante la fortaleza de la tormenta global, los analistas pronosticaron una caída de hasta el 30 por ciento en las exportaciones, debido a las menores cotizaciones de los productos básicos.
Si bien esa situación se mantiene, es indudable que no sólo el petróleo, sino el carbón y el ferroníquel, tres de los productos más vendidos por el país, van mejor que al comenzar el año. Así las cosas, es probable que la suerte de las cuentas externas resulte ser mejor que la prevista. Además, es necesario esperar a las cifras de mayo, mes en el que los despachos no se afectaron por el largo festivo de Semana Santa, para ver si el chaparrón es fuerte o es tan solo un buen aguacero.