Ocupar una silla en la junta directiva del banco emisor, más que un trabajo difícil, es un cargo de enorme responsabilidad. Quienes han pasado por allí lo saben, y por eso coinciden en que, para alcanzar esa posición, se necesita mucho más que ser cercano al Presidente de la República, quien tiene la última palabra en esa designación.
Las actuales circunstancias del país imponen conocimientos económicos más amplios para los que llegan a la junta, pues, como dice la excodirectora del Banco de la República, María Mercedes Cuéllar, uno de los retos fundamentales de hoy es el manejo de la política cambiaria de cara al futuro.
Aunque el conocimiento de política cambiaria es clave, no es lo único. Cuatro exmiembros de la junta y el actual gerente general del Banco, José Darío Uribe, coinciden en que los sucesores de Juan José Echavarría y Fernando Tenjo, quienes estuvieron hasta el 31 de enero pasado, deben ser personas con formación sólida en teoría económica; conocedoras de la realidad económica nacional y mundial; que entiendan el funcionamiento del Estado y conozcan bien el sector financiero, entre otros.
Los consultados dicen que el país cuenta con profesionales, hombres y mujeres, que cumplen esas condiciones y reúnen otras cualidades personales que son fundamentales cuando se integra este tipo de cuerpos colegiados, que tienen bajo su responsabilidad la toma de decisiones trascendentales para el desarrollo de un país.
Para el gerente del Emisor, existe una condición adicional: que sea independiente. “Una persona que tiene muy buena formación académica y muy buenos conocimientos de la economía colombiana tiene una altísima probabilidad de ser independiente”.
Hernando José Gómez, por su parte, cree que existe un requisito adicional que debe estar atado a quien ocupe ese cargo, la prudencia, que en su opinión, ha de ser completa y absoluta.
“Estar allí implica tener vocación de monje. Ser miembro de la junta exige un trabajo de equipo muy discreto, porque cualquier cosa que diga el Banco es muy importante, por las expectativas que genera en el mercado; entonces, la prudencia tiene que ser completa y absoluta”.
Otro excodirector dice que, por ser este un cuerpo que toma medidas de manera colegiada, son fundamentales la tolerancia y el respeto por la opinión ajena, pues con frecuencia se presentan divergencias en muchos aspectos, incluso entre personas muy cercanas dentro de la misma junta.
“Posiblemente no es que uno no tenga la razón (frente a una decisión), pasa es que los otros son más... Por eso se requiere una alta dosis de tolerancia”, comentó.
La escogencia de los dos nuevos miembros no será tarea fácil y puede darse en los próximos días. La junta se reúne el próximo 22 de febrero.
Juan Mario Laserna sostiene que si el nombramiento y posesión de los dos nuevos miembros se produce en los próximos días, no habría impedimento para que puedan votar en las decisiones de la próxima reunión.