El panorama actual del sector hidrocarburífero colombiano puede y debe ser analizado desde dos perspectivas: los logros alcanzados y los retos a futuro. Por un lado, puede verse cómo los indicadores económicos del ramo han venido mejorando considerablemente en los últimos años, tanto en materia de exploración como en la producción misma.
En aproximadamente seis años, Colombia es uno de los pocos países del mundo que ha logrado duplicar su nivel de producción de crudo y también dar un salto cualitativo y cuantitativo frente a los indicadores de exploración. Las cifras muestran cómo el país rompió el récord de producción de crudo en enero del presente año, alcanzando por primera vez en la historia del país la producción de un millón de barriles en promedio por día.
En materia de exploración, el 2012 trajo también el rompimiento de otro récord nacional, al confirmarse un número total de 131 pozos exploratorios perforados durante ese año. Todo esto ha estado acompañado además de una importante y estable actividad en materia de evaluación técnica de las áreas, ejecutándose en el país un promedio de 22.000 km. de sísmica 2D anual en los últimos tres años.
En referencia al papel que cumple el sector frente a la inversión extranjera directa (IED), el desempeño de esta industria sigue siendo determinante al representar en el 2012, según las cifras dadas hace algunos días por el Banco de la República, el 35 por ciento del total de la IED en el país. El año pasado, durante la Ronda Colombia 2012, se recibieron ofertas y se logró la adjudicación de 50 áreas con un importante potencial hidrocarburífero.
Es importante mencionar que la firma de estos 50 contratos representará una inversión aproximada para los próximos 4 años de 2.600 millones de dólares y un porcentaje de participación en la producción de cada área propuesto por los inversionistas entre el 1 por ciento y el 34 por ciento. Pero más allá de estos importantes resultados en términos económicos, debemos tener en cuenta que la Ronda Colombia 2012 representó igualmente la consolidación de la actividad hidrocarburífera costa afuera y el inicio del desarrollo de la exploración de yacimientos de shale oil (petróleo de esquisto bituminoso) y shale gas (gas de esquisto), con la adjudicación de 6 y 5 áreas en el país, respectivamente.
Después de analizar el importante desarrollo que ha presentado el sector hidrocarburífero colombiano en los últimos 10 años, los retos a futuro no dejan de ser igualmente importantes en el estudio del panorama del sector. En materia de reservas, Colombia cuenta al día de hoy con reservas probadas para 7 años aproximadamente.
Este número, que no incluye aún las reservas probadas de 2012, nos muestra que el país sigue teniendo un nivel de reservas modesto. Por lo tanto, si aspiramos a ser considerados a futuro como un país petrolero, no solo nos debemos enfocar en mantener la producción de crudo por encima del millón de barriles diarios, sino lograr incrementar igualmente el nivel de reservas de manera significativa.
Este objetivo es fundamental para darle mayor seguridad energética al país, generar recursos fiscales adicionales que apalanquen su desarrollo y posicionar el sector de hidrocarburos colombiano en el contexto regional. Los retos para lograr este gran objetivo deberán centrarse en el desarrollo y promoción de las nuevas tecnologías de exploración relacionadas con los yacimientos de shale oil y shale gas, en la consolidación de las tendencias positivas de los últimos años en la actividad exploratoria costa afuera, y en la estabilidad de las reglas de juego que se fijaron hace una década para garantizar y fortalecer la competitividad del ramo.
Germán Arce Zapata
Presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos