¿Qué tipos de inflación existen? La inflación, entendida como la variación en el nivel general de precios durante un determinado período de tiempo, se puede derivar de tres elementos principales: demanda, costos y estructura. En el primer caso, el alza en los precios surge como consecuencia de un exceso de demanda, en el que la oferta de bienes y servicios no logra satisfacer las necesidades de la economía, ocasionando presiones alcistas sobre los precios. Esta situación lleva a que las autoridades económicas implementen estrategias para enfriar el comportamiento de la demanda, lo cual usualmente se lleva a cabo a través de incrementos en las tasas de interés de la economía que conducen a un debilitamiento del consumo y la inversión. El segundo tipo de inflación es aquella que se deriva de un constante aumento en los costos de los bienes a causa de una estructura de mercado no competitiva, en la que las empresas son monopolios u oligopolios. Estas empresas cuentan con el poder para controlar la oferta de bienes del mercado, presionando en algunas ocasiones los precios de la economía. Por último, la inflación estructural es aquella que usualmente se presenta en los países en vías de desarrollo. Este tipo de inflación surge en el momento en el que la demanda supera la oferta de bienes de una economía como consecuencia de un apretón en el abastecimiento de cierto bien básico. En este sentido, es similar a la inflación de demanda, diferenciándose por el hecho de que en la inflación estructural el exceso de demanda se da únicamente en un bien. Cuando se presenta esta situación, es posible que se tenga una redistribución del ingreso de la población a favor del segmento que tiene en su poder ese bien escaso, grupo que a su vez puede aprovechar de la situación administrando los precios del bien.
