Irene Rosenfeld, presidenta ejecutiva de Kraft Foods Inc., declaró públicamente en septiembre sus intenciones de comprar Cadbury PLC. Pero no logró que su mayor accionista, el gurú de las inversiones Warren Buffett, la respaldara en un proceso de adquisición hostil por el fabricante británico de dulces.
El martes, Rosenfeld vio cómo sus esfuerzos daban un giro inesperado, cuando el holding de Buffett, Berkshire Hathaway Inc., afirmó públicamente que votaría contra su plan de emitir nuevas acciones para pagar por la compra de Cadbury y alentó a otros accionistas a que también se opusieran.
Según un conocido de Rosenfeld, la líder de Kraft alertó a los otros miembros del directorio el martes por la mañana, justo antes de que Berkshire Hathaway, que posee el 9,4% de Kraft, divulgara un comunicado en el que explicaba su objeción al plan de emisión de acciones, bajo el argumento de que teme que se trate de un "cheque en blanco". Algunos directores se sorprendieron al escuchar las críticas del mayor accionista de Kraft, indicó esta fuente.
El intento de compra hostil se ha convertido en la medida más ambiciosa ¿y la más arriesgada¿ de los tres años y medio que Rosenfeld lleva en la cima del gigante estadounidense de los alimentos. Su postura será puesta a prueba el 1 de febrero, cuando los inversionistas voten sobre su plan para emitir acciones para financiar el acuerdo, actualmente valorado en US$16.000 millones.
Rosenfeld y Buffett hablaron con frecuencia desde que la ejecutiva emprendió la batalla de adquisición de Cadbury el año pasado, y es probable que lo contacte para conversar sobre sus objeciones más recientes, predijo el conocido.
Buffett prefirió no hacer comentarios. Berkshire Hathaway ha dicho que si en algún momento llega a la conclusión de que la compra de Cadbury no perjudicará a los accionistas de Kraft, cambiará su voto a "sí".
Kraft afirmó que Rosenfeld no estaba disponible para realizar comentarios, pero divulgó un comunicado en el que aseguraba que desde septiembre los accionistas "han expresado de forma consistente su acuerdo sobre la convincente lógica estratégica de esta fusión".
Agregó que "nuestros accionistas, incluido Warren Buffett, han dicho que les gustaría ver menos acciones en la oferta. Los accionistas de Cadbury también expresaron interés por ver menos acciones y más efectivo en la oferta. Por eso, anunciamos un componente adicional de efectivo [el martes]. Debido a que logramos tomar en cuenta las inquietudes de los accionistas de ambas empresas, nuestro anuncio fue bien recibido por el mercado".
El martes, Kraft había dicho que aumentaría la parte en efectivo de su oferta ¿aunque no el precio total¿ con las ganancias que cosecharía con la venta de su negocio de pizza congelada a Nestlé por US$3.700 millones.
Las acciones de Kraft subieron desde las declaraciones de Buffett. Un posible interesado rival, como Hershey Corp., aún podría hacer una oferta.
Por otro lado, la Comisión Europea indicó que la compra de Cadbury por parte de Kraft no perjudicaría la competencia siempre y cuando se vendieran los negocios de chocolate de Cadbury en Polonia y Rumania.
La oposición de Buffett el martes supuso un revés en una relación que parecía comenzar bien. Buffett acumuló su participación luego de que Rosenfeld asumiera el cargo de presidenta ejecutiva. Un ex ejecutivo de Kraft que trabajó con Rosenfeld afirmó que es improbable que el magnate hubiera adquirido una participación tan importante en la empresa si no confiara en el estilo gerencial de la ejecutiva. Incluso antes de la oferta de Cadbury, Rosenfeld y Buffett mantenían "un flujo de información bastante bueno", señala esta fuente.
Otros accionistas comparten las reservas de Buffett. Kevin Rendino, que supervisa el fondo BlackRock Basic Value, afirmó en una entrevista el mes pasado que se sorprendió cuando Kraft reveló la oferta y que esperaba que la empresa no la aumentara mucho más.
Rendino, cuyo fondo tenía 4,5 millones de acciones de Kraft en octubre, y otros grandes accionistas se han mantenido en silencio desde las declaraciones de Buffett, pero su voto antes de la fecha límite del 1 de febrero dará una señal del nivel de su confianza en Rosenfeld.
Rosenfeld convenció a accionistas difíciles en el pasado. Hace dos años, luego de que el inversionista activista Nelson Peltz adquiriera una posición en acciones de Kraft, la empresa logró que su fondo accediera a no aumentar su participación más allá de ciertos niveles al colocar en la junta directiva a dos directores independientes respaldados por Peltz.
¿Ilan Brat contribuyó a este artículo
Finanzas
07 ene 2010 - 5:00 a. m.
Cadbury deja a la presidenta de Kraft a la defensiva
La falta de respaldo por parte de su mayor accionista, Warren Buffett, pone a prueba su postura frente a la adquisición
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