Con el objetivo de convertirse en la Corte de Arbitraje Internacional de las Américas, la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) presentó la Escuela de Arbitraje Internacional. Este programa, que requirió una inversión inicial de 1.200 millones de pesos, es cofinanciado por la Corporación Andina de Fomento (CAF), la Fundación Solventia de España y la Cámara.
Hay tres cursos programados y para ellos se espera la participación de cerca de 60 abogados de Colombia y Latinoamérica. En un primer curso participan 24 abogados especializados, de los cuales 15 son colombianos (10 de Bogotá y el resto de Medellín) y nueve extranjeros provenientes de Uruguay, Honduras, Ecuador Guatemala, Panamá y Bolivia.
El primer diplomado tendrá una duración de 153 horas que incluirá formación virtual y presencial. Por su parte, los profesores provienen de España, Panamá, Perú, Inglaterra y Colombia, con experiencia en el arbitraje en materias seleccionadas.
Las convocatorias para el segundo y tercer diplomado de este año se cerrarán el 29 de mayo y el 17 de septiembre próximos. Según la Cámara de Comercio, el perfil requerido para participar es ser abogado titulado en ejercicio, con más de cinco años de experiencia, nacionalidad de un país latinoamericano o caribeño, con una edad entre 30 y 45 años y dominio del inglés.
Igualmente se les pide a los candidatos tener experiencia o estudios en arbitraje. Los seleccionados contarán con una subvención de 9.000 de los 10.000 euros que se invierten en la formación de cada abogado.
La presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá, María Fernanda Campo, explicó que "dentro del desarrollo de nuestro Centro de Arbitraje tomamos la decisión estratégica de internacionalizarlo cada vez más para apoyar el proceso de globalización de nuestros empresarios y hombres de negocios".
La directiva explicó que en el desarrollo de ese proceso, que se remonta a un esfuerzo de cerca de 25 años atrás, el Centro de Arbitraje y Conciliación de la CCB se ha ganado el reconocimiento de otros países. "Hemos brindado capacitación en la región para formar árbitros y conciliadores, y permanentemente estamos transmitiendo nuestro know how a otros países y centros de arbitraje".
Explicó que la Cámara tomó la decisión de crear una Escuela de Arbitraje Internacional que permitiera, desde Bogotá, ofrecer un programa de alta calidad por el contenido académico y por los profesores que van a estar vinculados y que son los árbitros más reconocidos a nivel nacional y mundial.
La meta es contribuir en la formación de abogados latinoamericanos para que se vuelvan expertos en arbitraje internacional y, de esa manera, ayudemos al proceso internacional de nuestras economías, dijo la presidenta de la Cámara.
Según María Fernanda Campo, es importante que los conflictos de naturaleza contractual que se presenten en algunos de los países, en el desarrollo de los negocios, busquen el Centro de Arbitraje de la capital y recurran a los árbitros previamente capacitados para resolver las diferencias que se presenten.
En ese camino de fortalecimiento, la Cámara ha realizado alianzas con organismos internacionales que tienen que ver con el arbitraje mundial. "Acabamos de suscribir unos convenios con el centro de arbitraje de Singapur, con el de Hong Kong y firmaremos otro con el de Malasia para lograr, de esa manera, contribuir desde el Centro de Arbitraje de Bogotá a resolver las diferencias entre los empresarios de América Latina y los asiáticos".