"El Congreso realizó hoy un avance crucial en sus esfuerzos para reformar el funcionamiento de Wall Street y para prevenir una futura crisis financiera que amenazaría el estado de salud de nuestra economía", subrayó la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
La medida votada el viernes por la Cámara otorga el derecho a los accionistas a pronunciarse cada año sobre las primas que reciben los dirigentes empresariales.
Los organismos reguladores públicos pueden limitar ciertas formas de compensación que consideren perjudiciales.
El texto permite que las autoridades limiten sistemas de remuneración "que inciten a una toma de riesgo excesiva".
Lo más probable es que el Senado estadounidense se pronuncie sobre esta medida después del receso legislativo que se inicia el 7 de agosto.
El presidente estadounidense Barack Obama y sus aliados demócratas prometieron mejorar los controles del sistema financiero.
Según el informe de los servicios del departamento de Justicia del estado de Nueva York, Goldman Sachs pagó el año pasado 4.800 millones de dólares de primas a sus ejecutivos, el doble de su beneficio de 2.300 millones.
En Morgan Stanley, los bonos representaron 4.475 millones, mientras que los beneficios no sobrepasaron los 1.700 millones.
Cada una de estos bancos recibió sin embargo a 10.000 millones de dólares del contribuyente para atravesar la crisis financiera después de la quiebra de su competidora Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008.
JP Morgan, que recibió 25.000 millones de dólares del Estado, pagó 8.600 millones en primas, para un beneficio de 5.600 millones. Citigroup y Merrill Lynch, que perdió cada uno más de 27.000 millones, encontraron a pese a todo la forma de pagar respectivamente 5.330 y 3.600 millones en bonos, según el informe.