El hogar del futuro está aquí: prender o apagar luces, abrir o cerrar puertas y persianas, controlar la temperatura interior, regar el jardín, cortar fugas de gas o de agua...
Se trata de edificaciones robotizadas que permiten manejar las luces, la calefacción, vigilar la casa, hacer videoconferencias, subir y bajar las persianas... sin tener que moverse del sofá.
Simplemente hay que activar los comandos correspondientes a través del control de la televisión o del teléfono móvil, desde cualquier parte.
Lo que se denomina casa del futuro, se debería llamar casa domótica, que es aquel sistema que integra diferentes tecnologías dentro de un hogar, mediante el uso simultáneo de la electricidad, la electrónica, la informática y las telecomunicaciones.
Desde la entrada, pasando por el jardín se puede encontrar toda una serie de pantallas, espejos, detectores y cámaras que hacen de nuestra casa un hogar inteligente, controlado a través del control remoto o del móvil.
De esa forma, este tipo de casas tienen la función principal de hacer más acogedores los hogares, al tiempo que se consigue un ahorro en el consumo energético.
Para ello, mediante una serie de sensores repartidos por toda la casa, las persianas se suben y bajan solas, dependiendo de la luz que haya en el exterior, de tal manera que si el día esta nublado las persianas se suben para que no tener que encender las luces.
En Europa y Estados Unidos, estos sistemas ya se pueden adquirir, aunque su precio sigue siendo elevado: por unos146.000 dólares, se podría equipar un hogar con esta tecnología.
Pero no hay afán, ya que se espera que para dentro de 10 ó 15 años, todo el mundo esté viviendo en hogares mecanizados.