Mientras unos, con camisetas blancas gritaban Uribe por siempre otros le pedían que se regresará al país. "No a asesinos de sindicalistas, no al TLC", coreaban los manifestantes que en total no superaron las 50 personas.
El presidente, no obstante, arrancó su agenda del día con la conferencia en la que se refirió, con mucho tacto y prudencia, a una gran variedad de temas potencialmente explosivos.
Preguntado en repetidas ocasiones por su posible re reelección, el presidente siguió evadiendo la respuesta al indicar que lo importante era que se "reeligieran sus políticas".
Si nombrar países, pero con varios con seguridad en mente, Uribe expresó su frustración por el rechazo de estos a la violencia pero solo en algunos casos y por razones ideológicas. "Yo no puedo aceptar que alguien se oponga a la violencia en Bolivia por que es contra Evo Morales pero no se oponga a la violencia en Colombia por que es contra Uribe", dijo el mandatario.
El Presidente hizo una salvedad interesante al indicar que, desde su perspectiva que la Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, no podía contradecir o quitar el rol de la OEA como máximo ente regional. "Yo apoyo a UNASUR pero esta no puede ser contradictoria con la OEA", sostuvo el mandatario colombiano.
Uno de los temas por los que más se le pregunto al presidente durante el día fue sobre su conversación telefónica este jueves con el candidato demócrata Barack Obama. Uribe declino, de todas las formas posibles, referencias a su contenido alegando que sería tremendamente irresponsable de su parte si lo hiciera. "Hay que recordar que estamos a pocas semanas de las elecciones presidenciales en este país y las cosas están muy calientes. Espero que entiendan que debo ser prudente" sostuvo.
Aún así, dijo que para Colombia era muy importante establecer contacto con todos los líderes de este país y garantizar una relación bipartidista.
EL TIEMPO pudo establecer que ambos líderes habrían hablado durante 40 minutos.
El presidente también aprovechó su visita para expresar su desconcierto por el freno que le han puesto los demócratas al TLC.
De acuerdo con Uribe, "cuando a mi me preguntan, en la región, en Colombia no se cómo contestar" que un aliado como E.U. nos está dando la espalda.
Parte del día también se le fue en una reunión con la junta editorial del Washington Post a la que le entregó una carta del Fiscal Mario Iguarán en la que sostiene que el general Mario Montoya, jefe del Ejército, no está vinculado a una investigación por nexos con paramilitares. El post, en un artículo de este miércoles así lo aseguraba.
El presidente también se entrevistó con los tres estadounidenses que habían sido secuestrados por las Farc pero que fueron liberados en julio pasado durante la Operación Jaque. Y aprovechó el momento para entregar a Joe Rosano, madre de uno de ellos, la ciudadanía colombiana que ella había solicitado.
Ya en la tarde el presidente recibió el Premio William Perry que le ofreció la Universidad de Defensa,
Este viernes, el mandatario colombiano se reunirá con George W. Bush en la Casa Blanca. De alguna manera, es la despedida de ambos líderes pues no se prevé que vuelvan a encontrarse ante que Bush deje el poder en enero 20 del año entrante.
Primero sostendrán una reunión de trabajo en horas de la mañana y luego, ya en la noche, Bush ofrecerá una recepción en honor de Uribe.