Se volvió recurrente entre los empresarios locales y extranjeros hablar del potencial de las ciudades intermedias colombianas, que tras años de transformaciones aún surten procesos para consolidarse.
El arquitecto Gonzalo Correal recuerda que el país se caracterizó por no concentrar el crecimiento en una sola urbe, algo conocido como macrocefalia; México es fiel exponente de ese fenómeno que no es otra cosa que la expansión incontrolada de la ciudad principal.
Sin embargo, el caso colombiano fue diferente. Según Correal, con Medellín, Barranquilla, Bogotá y Cali se tejió otro fenómeno: la cuadricefalia o el equilibrio territorial con base en estas capitales, que hasta los noventa ganaron protagonismo económico.
El arquitecto explica que a finales de los ochenta, Bogotá concentraba los principales centros financieros y de servicios, algo que se revertiría.
“Así, de la centralización política y administrativa se pasó al equilibrio del territorio para darle cabida al desarrollo regional, con las aglomeraciones o municipios que, además, configuraron sistemas y subsistemas con ciudades dependientes más pequeñas”.
El informe del BID Las ciudades intermedias con mayor potencial en Colombia, un sistema de identificación, de la autoría de Patricia Torres Arzayús y Carlos Jorge Caicedo Cuervo, recuerda que la población de estas oscila entre 100.000 y 1 millón de habitantes que, según cifras oficiales, al 2014 tenía un universo de 57 urbes.
El estudio agrega que en el caso de Colombia, su capital sigue con la primacía con aproximadamente 8 millones de habitantes y contribuyendo con más del 25 por ciento del PIB del país.
Sin embargo, Medellín y Cali, con cerca de 2,5 millones cada una, y recientemente Bucaramanga y Barranquilla, han constituido con sus vecinos una red que es sinónimo de desarrollo económico.
“Hoy, 40 por ciento de la población y 45 por ciento del PIB se concentra en 23 ciudades diferentes a Bogotá”, anota el informe.
Como parte de ese proceso, y también de la mano del BID con su iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles, la Financiera del Desarrollo (Findeter) asumió la responsabilidad de planificar y ejecutar obras de infraestructura y acciones en diez años para las sostenibilidad de las ciudades intermedias.
YA HAY PLANES DE ACCIÓN EN MARCHA
En busca de la sostenibilidad de las ciudades intermedias en Colombia, la Financiera del Desarrollo (Findeter) ha entregado planes de acción para Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Montería, Pasto y Pereira, y siguen en el proceso Valledupar, Villavicencio, Armenia, Santa Marta y Cartagena. Otras, por su parte, han empezado a recibir recursos del Gobierno, a través de programas de vivienda que le han apostado a un nuevo nicho de desarrollo con el mismo componente sostenible, que va más allá de hacer obras amigables con el medioambiente busca hacerlas eficientes económicamente en el tiempo.