El 60 por ciento de mis pacientes sin calidad de vida sufren atrapa- dos por tres poderes devoradores: posición, competencia y ambi- ción. De hecho, 40 por ciento de los norte- americanos obsesio- nados por el dinero, tienen cada día, menos sueño y peor salud.
Un famoso conferencista dejó pensativos a los asistentes a un encuentro de ejecutivos y gerentes con tres preguntas sabias: ¿En tu trabajo ganas vida o la pierdes? ¿Llegas a casa del trabajo más lleno de vida y de paz? ¿Compras para satisfacer necesidades o para impresionar a los demás?
Alégrate si estos interrogantes te sacuden y te ayudan a tomar consciencia del rumbo que llevas. Piensa en lo que afirma el Dr. Douglas Labier, experto norteamericano en estrés laboral: "El 60 por ciento de mis pacientes sin calidad de vida sufren atrapados por tres poderes devoradores: posición,competencia y ambición".
De hecho, 40 por ciento de los norteamericanos obsesionados por el dinero, tienen cada día, menos sueño y peor salud. Por tanto, examina bien tus apegos, pregúntate para qué compites con otros y no cambies salud por estatus, poder o cheques.
Upadana es la palabra en sánscrito para un aferramiento o apego que puede ser afectivo o material. El apego o upadana es la causa primaria del sufrimiento y, por lo mismo, de la infelicidad.
En el budismo los maestros hablan de cuatro tipos de aferramiento o asimiento sufriente: 1) Al placer o el poder ilimitados. 2) A las personas o las cosas. 3) A ritos o creencias. 4) A una falsa imagen del yo.
El corazón del budismo y, ojalá de cualquier credo, está en eliminar todo tipo de apego ya que donde hay apego hay sufrimiento y la vida es una prisión con cadenas sutiles e invisibles.
Lo serio con los apegos es que se camuflan y es difícil reconocerlos. Incluso puedes dejar las cosas materiales, pero amarras al que crees amar o te aferras a ritos, verdades o, peor, a los delirios de un ego cegado por la soberbia; una plaga tan común en los que detentan poder.
Toma, pues, conciencia y descubre que un estupendo regalo para tu alma y tu felicidad es hacer hoy mismo tres propósitos: 1) Me centraré en ser más, no en tener más. 2) No escucharé la voz del ego. 3) Le daré prioridad al amor y a mi espíritu.
Así eliminas las toxinas emocionales y puedes renovarte y soñar con claros horizontes. Lo más importante de tu vida no son tus posesiones sino tus relaciones. Por eso actúas con inteligencia si a partir de hoy valoras con amor las coincidencias y aceptas las diferencias.
Saca cada día tiempo para aquietarte y pide al padre del amor una serena paciencia y una amorosa tolerancia. Hazle un conjuro a todo tipo de exclusión, engaño o manipulación.
Iniciar un año es una buena ocasión para cerrarle espacio a las rutinas, atar cabos sueltos y amar en el aquí y el ahora. Cuando te sientas atrapado en un callejón, relájate, únete más a Dios y valora todo lo positivo.
Encontrarás una corriente de aire fresco si te esmeras en convivir, no en competir y haces todo con amor y con desapego. Eres sabio cuando controlas tus apegos ya que al hacerlo tienes poder sobre ti y sobre la realidad.