La experiencia de Juana Duque, directora de consultoría para el área andina de Hay Group, le ha mostrado que tener gente con problemas de hiperactividad y que es poco sistemática en el trabajo, es crítico.
"Son personas que no le dan término a su trabajo, pierden el tiempo, el foco y los estándares de calidad porque no se concentran. Al final cumplen, pero a un costo personal altísimo y con un estándar bajo para la organización. Y en el caso de un líder, mucho peor, pues los que terminan afectados son los del equipo que él dirige, que terminan por hacer tareas que no les tocan. Claro que no es común que un hiperactivo llegue hasta cargos directivos".
De otro lado, Duque cita un estudio publicado en el Harvard Business Review, del acelere y la tecnología y todo lo que produce estar conectado permanentemente, por ejemplo al blackberry, que ha hecho que no solo disminuya el cociente intelectual sino la competencia de pensamiento conceptual.
"No hace falta sino imaginar una persona hiperactiva o con déficit de atención, bombardeada de información para darse cuenta de que es el caos". La experta recomienda a las compañías estar atentas al tema y pensar, si es el caso en un couching para que esas personas aprendan a manejar su situación.
Por su parte, María Teresa Espinosa, especialista en salud ocupacional y docente de la Universidad El Bosque, afirma que el problema tiene tanto de largo como de ancho, pues no se puede generalizar ni estigmatizar al hiperactivo.
"Lo que sucede es que son personas no aptas para trabajos monótonos y que no se adaptan fácilmente a las labores sedentarias, pero resultan excelentes en cargos y actividades que demanden creatividad, posibilidad de movimiento y libertad", afirma.
En eso coincide el cazatalentos Alexander Bonilla, gerente de Competencia Humana. "Probablemente mucha gente no está ubicada en el puesto que debería. Una persona con estas características no funciona en una labor de paciencia, pues necesita estar en constante movimiento. En cambio, si el cargo requiere de altos niveles de movilidad y desplazamiento es posible que tenga un mejor rendimiento", sostiene.
Según Bonilla, la influencia de comportamientos hiperactivos en el trabajo emerge desde cuando apareció la relación hombre trabajo - trabajo hombre, "es totalmente cierto que comportamientos hiperactivos impactan de manera negativa el desempeño de un trabajo, particularmente de aquellos cargos que requieren altos niveles de atención, capacidad para permanecer concentrado por largos periodos de tiempo, atención a detalles y minucias.
Convendría entonces determinar el nivel de hiperactividad que evidencia una persona con el fin de estimar su impacto en el trabajo que va a desempeñar.
¿Más creativos?
Mientras que la conducta hiperactiva no sea patológica "es interesante explorar la competencia que se genera a partir de estas personalidades", dice el cazatalentos Alexander Bonilla.
"Es bien sabido que las personas que muestran estas características suelen presentar un mayor nivel de creatividad en la generación de nuevas ideas y en la producción de soluciones originales; su estilo impaciente hace que sean bastante movibles; siendo así, valdría la pena contemplar su desempeño en los cargos que requieren de estas habilidades en las áreas de mercadeo, desarrollo, diseño, mensajería, cargos comerciales", concluye.