Sin hacer mucho ruido, la economía que se basa en la creatividad –que interviene en la producción de libros, música, ciencia, teatro, artesanía y cine, entre otros, y hoy conocida como ‘economía naranja’, que no se contabiliza aparte en la medición del Producto Interno Bruto (PIB), sino que es transversal a los distintos sectores– aporta en Colombia el 3,3 por ciento del PIB, es decir, unos 11.000 millones de dólares (20,7 billones de pesos).
Así lo muestra el estudio ‘La economía naranja’, de los investigadores Felipe Buitrago e Iván Duque, que será lanzado en Bogotá el próximo 28 de noviembre por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De acuerdo con el estudio, estas ramas de la producción, que son invisibles como sector, le permitieron al país, en el 2011, la vinculación laboral de 1’160.000 trabajadores, es decir, el 5,8 por ciento del empleo nacional.
“Estas actividades son la base de la nueva economía.
Se la llama ‘naranja’ porque es el color que ha identificado al sector desde los jeroglíficos del antiguo Egipto hasta las fiestas modernas de Halloween”, explicó Felipe Buitrago, uno de los autores del estudio.
Las dimensiones de esta economía en el mundo señalan la oportunidad que representará en el futuro.
“En el 2011 movió 4,3 billones de dólares, es decir, el equivalente al 20 por ciento de la producción de Alemania y dos veces y media el gasto militar en el mundo, con el agravante de que este último es estático, mientras la economía naranja es un contribuyente neto”, señala el estudio.
En el ámbito global, este sector tan dinámico es el cuarto en fuerza laboral, con más de 144 millones de trabajadores (casi igual a los empleos totales en los Estados Unidos).
Para Colombia ha sido clave en el intercambio comercial internacional, pese a que aún es mayor la cantidad de servicios de esta economía que entran al país (2.387 millones de dólares), frente a los que logramos llevar a las demás naciones (815 millones de dólares, es decir, casi la misma cifra, 875 millones, por exportaciones de azúcar y derivados). El déficit en tal intercambio comercial es de 1.572 millones de dólares.
“Solo cuando se logra entender la importancia de la economía naranja es cuando empieza a desarrollarse de verdad un país.
Es el momento en el que se produce una silla para la cual no importa el valor económico, sino el talento que se puso en elaborarla, con la seguridad de que no habrá otra en ningún lugar”, señaló Buitrago.
Estados Unidos es el puntero en este sector.
“Aporta el 11 por ciento de la economía, el mismo tamaño de toda la producción de Panamá”, indica el estudio.
Esta dimensión se ve reflejada en el hecho de que su industria cinematográfica, junto con la de India y Nigeria, produce 4.000 películas al año.
Es una de las sedes de la producción de contenidos de iTunes, la tienda virtual de Apple, a través de la cual se han bajado más de 25.000 millones de canciones a un precio base por canción de 99 centavos de dólar.
EL MERCADO DE LAS IDEAS
Si la ‘economía naranja’ “se pudiera medir como país sería la tercera economía del mundo, con 1,93 billones de dólares; la séptima exportadora de bienes y
servicios, con 87.000 millones de dólares, y la cuarta fuerza laboral, con 23,3 millones de trabajadores (equivalentes a toda la fuerza laboral de Colombia)”, señala Buitrago.
En Londres, uno de cada cinco empleos se genera en las industrias creativas.
Y Colombia aparece como el pionero en medición cultural, con una cuenta satélite en el Dane, para estas actividades. “El mundo sueña con el día en que sea más importante la cultura que las armas, pero ya lo es; lo que pasa es que no nos habíamos dado cuenta”, concluye el autor.
Martha Morales Manchego
Redacción de Economía y Negocios