El microcrédito y los préstamos para las empresas son los que más han bajado su dinámica en el último año, tiempo que lleva ya desacelerándose el crecimiento de la cartera total de los establecimientos de crédito.
Según cifras de la Superintendencia Financiera, el saldo de préstamos bancarios llegó a 233,1 billones de pesos en agosto, lo cual representa un crecimiento anual del 16,3 por ciento.
Y es que en el mismo mes del 2011, el avance anual llegó a un máximo de 23,8 por ciento, y desde ahí, la dinámica ha venido en descenso cada mes.
Los principales elementos que han incidido en este comportamiento fueron el aumento en la tasa del Banco de la República, que se produjo hasta febrero, y una mayor cautela de las entidades por el alza en la cartera vencida.
El vicepresidente de la Asociación Bancaria, Daniel Castellanos, dice que “con los niveles de crecimiento del crédito en meses anteriores, hay empresas y hogares con altos niveles de endeudamiento y ya es muy difícil financieramente seguir endeudándose”.
A diferencia de lo que ocurría hace algunos meses, ahora todas las modalidades de crédito han reducido la marcha.
En el último año, el microcrédito es el que más ha sentido la desaceleración, pues su avance anual se redujo en 15,6 puntos porcentuales. Hace un año, crecía 36,6 por ciento anual, y en agosto su incremento fue del 21 por ciento.
Le sigue el crédito comercial que, adicionalmente, fue el que más rápido comenzó a enfriarse.
En agosto subió 13 por ciento anual, en comparación con la tasa de 23 por ciento que registraba el año pasado.
Un informe de Corredores Asociados señala que parte de la desaceleración obedece a “prepagos que realizaron algunas empresas, castigos de cartera realizados por algunas entidades, y de una extensión del gravamen a movimientos financieros a los desembolsos de crédito establecido en la reforma tributaria de finales de 2010”.
Castellanos considera que esto también está asociado con la desaceleración en la producción industrial del país, que ha afectado más a las medianas y pequeñas empresas.
Entre tanto, los préstamos de consumo, que han estado en los ojos de las autoridades y del Banco de la República en los meses recientes, también han mermado su dinámica, pero en una proporción menor.
Es así como el enfriamiento del último año ha sido de poco más de cinco puntos porcentuales, al pasar de 25,4 por ciento en agosto del 2011 a 20 por ciento en el mismo mes de 2012.
Según el más reciente reporte de la situación del crédito realizado por el Emisor, las entidades del sector han notado una baja en la demanda por este tipo de préstamos en los últimos meses, a lo cual se suma que la mitad de las firmas consultadas han endurecido los requisitos para los desembolsos, por la incertidumbre en el panorama económico.
Castellanos de Asobancaria puntualiza que “la dinámica del crédito sigue siendo razonable para la tasa de crecimiento que tiene la economía en la actualidad, aún no vemos un estrechamiento del crédito”.
EMPEZARÍA LA ESTABILIZACIÓN
La baja en la tasa del Emisor, más exigen- cias de las entidades y la dinámica de la eco- nomía, los factores.
Hay elementos encontrados que determinarán la dinámica del crédito en los próximos meses.
Un informe de Correval señala que “nuestra expectativa frente al crecimiento anual de la cartera para el cierre del 2012 se ubica en 15 por ciento. Sin embargo, ante los recientes recortes en la tasa de intervención por parte del Banrepública y la probabilidad de un tercer recorte antes de finalizar el año, podría esperarse un mayor dinamismo del crédito hacia finales del 2012”.
No obstante, el avance de la economía colombiana y las exigencias en provisiones bancarias podrían limitarlo.
Castellanos, de Asobancaria, dice que “estamos recogiendo los efectos de gran expansión del crédito en meses pasados, vemos un crecimiento un poco menor pero no habrá niveles estrechos”.