Desde banqueros hasta diseñadores de coches deportivos, pasando por familias fabricantes de pasta, los líderes empresariales italianos están conmocionados por los resultados electorales que amenazan con un estancamiento político y que podrían retrasar reformas que consideran vitales para reavivar la lenta economía. "¡Che casino!" ("qué desastre", en italiano), exclamó uno de los banqueros más destacados del país, hablando a título personal. "Estoy en 'shock'", dijo el directivo, resumiendo una extendida sensación de abatimiento después de conocerse los resultados. "Este es probablemente el peor escenario posible", dijo a su vez Francesco Divella, cuya familia comenzó a vender pasta bajo la marca del mismo nombre en 1890 en la región sureña de Puglia. El empresario agregó que Italia necesita un Gobierno fuerte para enfrentarse a cuellos de botella que muchos empresarios creen sofocan a su economía, como un rígido mercado laboral, altos impuestos, un sector de servicios poco competitivo, una excesiva burocracia y una infraestructura altamente envejecida.
Finanzas
27 feb 2013 - 5:00 a. m.
'Desastre': país productivo
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