El salto sin precedentes en las expectativas inflacionarias colombianas muestra que el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, corre el riesgo de encontrarse con algo que no esperaba en su campaña de once meses para devaluar el peso.
La brecha entre los rendimientos de los bonos atados a la inflación con vencimiento en el 2021 y la deuda de renta fija de similar vencimiento el mes pasado subió un récord de 1,15 puntos porcentuales, a 3,99 por ciento, el 21 de junio, lo que refleja las apuestas de los operadores a que el ritmo de los aumentos de los precios al consumidor se duplicará con respecto al dos por ciento de mayo.
Cárdenas dijo que la caída de la moneda al nivel más bajo en 18 meses significaba que el trabajo del gobierno estaba hecho.
“Están echando leña al fuego. La depreciación del peso continuará y veremos un impacto significativo en la inflación”, aseguró Francisco Chaves, analista jefe de Corredores Asociados.