El año pasado, los productos naciones sufrieron un duro golpe. Las ventas al exterior disminuyeron un 6,8 % mientras que las importaciones presentaron un crecimiento del 7,8 %. Estos resultados desembocaron en el mayor déficit comercial en la historia del país.
¿Qué sucedió y qué podría seguir afectando a este sector? Para Javier Díaz, director de Analdex, una divisa al alza amarrada a bajos precios del petróleo y a la situación económica de Estados Unidos afectaron las cuentas comerciales.
Por un lado, Estados Unidos había venido manejando una política monetaria expansiva en la que procuraba que entrara una cantidad de dólares considerable para reactivar su economía. Eso llevó a ese país a bajar las tasas de interés, lo cual devaluó el dólar y todas las demás monedas (incluido el peso colombiano) se apreciaron frente a la divisa. Esto afectó directamente a las exportaciones nacionales.
Ahora, cuando los síntomas de la economía estadounidense están mejorando, la Reserva Federal piensa en modificar su política monetaria y los analistas señalan que estaría cercana un subida las tasas de interés. Esta expectativa ha tenido como consecuencia directa que el dólar se esté apreciando de manera considerable, en detrimento de sus pares.
Sin embargo, este repunte del dólar debe beneficiar a los exportadores colombianos.
UN ARMA DE DOBLE FILO
Para el industrial Mario Hernández, dueño de la empresa que lleva su nombre, cuando las compañías tienen que importar algunos insumos porque estos no se encuentran de calidad en el país, como es su caso, el precio de la divisa estadounidense se convierte en un ‘arma de doble filo’, pues las ganancias de lo que vende en el exterior sirven para compensar lo que gasta en importaciones. Ese costo se está elevando debido al alza del dólar.
El motivo principal por el cual las exportaciones del país se vieron tan afectadas el año pasado se debe a la caída de los costos del petróleo, producto que representa el 47 % de las ventas del país al exterior. Las exportaciones de crudo disminuyeron 6,8 % y el precio del barril bajó, llegando a valores que hasta hace seis meses nadie pensaba.
Sin embargo, causa curiosidad que el año pasado, la mayor dinámica de las importaciones se dio en las compras de combustibles, lubricantes y conexos, que aumentaron 18 por ciento a 7.545 millones de dólares, impulsados principalmente por las importaciones de gasolina en condiciones especiales para mezclarla con la que se produce en el país.
Pero a los importadores les está pasando su cuarto de hora. Luego de un año en el que el valor de las compras en el exterior alcanzó los US$ 64.028,9 millones, casi US$ 5.000 millones más que en 2013, ahora, la apreciación del dólar les está jugando una mala pasada.
La devaluación cercana al 25 por ciento del peso está asustando a algunas empresas que importan productos para venderlos en territorio nacional. La situación está afectando de tal manera a estas compañías que han desgastado sus productos a tal punto que dejan de ser competitivos.
Otro subsector que sufre con un dólar fuerte es el de las autopartes. Para Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes, competir con precios no es una opción, pues las condiciones actuales de la economía obligan a las importadoras a subir los precios de sus productos si quieren sobrevivir en el mercado. “Se compite con calidad y con servicio, no hay de otra”, asegura el directivo gremial.
Por estas razones, ahora las empresas importadoras se deben ‘apretar el cinturón’, después de un 2014 en el que vieron como rendía su dinero.
Para el director de Analdex, la situación es completamente natural y solo responde a una ley de la economía, que se caracteriza por ser cíclica. Javier Díaz asegura que la volatilidad estará ‘a la orden del día’ durante todo el año, y el dólar no debería superar la barrera de los $2.700.
Lo que sí resalta el directivo, es que es necesario que el Gobierno desarrolle políticas anticíclicas que atenúen esos efectos. En un terreno más concreto, Díaz resalta que se deben incrementar las exportaciones diferentes a las bioenergéticas. “El Gobierno tiene la tarea de promoverlas para incentivar el aparato productivo. También debe impulsar al sector empresarial, porque hay que recuperar la dinámica industrial”.
De todas maneras, Javier Díaz aclara que cerrar una brecha de 6 mil millones de dólares no es tarea fácil ni se podrá hacer ‘de la noche a la mañana’ y habrá que esperar qué tanto podrán aprovechar los productores nacionales este nuevo escenario que plantea el dólar costoso.