Se trata del pozo Draco-1, que alcanzó una profundidad de 3.284 pies, (cerca de un kilómetro) cuyos resultados preliminares ratifican la presencia de hidrocarburos anunciada el 2 de noviembre de 2010 en el pozo Mago-1.
Los intereses del contrato Caño Sur están repartidos por partes iguales entre Ecopetrol, que es el operador, y la firma Shell Exploration and Production Colombia Caño Sur GMBH.
La evaluación técnica preliminar indica la presencia de petróleo crudo en la formación Carbonera, en un espesor neto de reservorio cercano a los 9 pies, con porosidades promedio de 30%.
Las evidencias registradas en este nuevo pozo estratigráfico, junto con las registradas en Mago-1, ratifican el potencial de hidrocarburos en la región oriental del departamento del Meta, en la que también se ubican los campos Rubiales y Quifa.
Así, Ecopetrol completa siete pozos en 2010 con presencia de hidrocarburos, entre exploratorios y estratigráficos, en los que tiene participación. Cuatro de dichos pozos se ubican en los Llanos Orientales de Colombia.