Colombia enfrenta desde hace varios días violentas protestas de perjudicadas por el cierre de captadoras, que operaban bajo el llamado sistema de pirámides en el que se ofrece a un cliente rendimientos de hasta el 300% por atraer más depositantes.
"La situación colombiana es de tal magnitud (...), que nos preocupa que en este momento comience a venir gente a Ecuador a manejar este tipo de captación", afirmó Diego Zapater, director de la Unidad de Inteligencia Financiera, adscrita a la Superintendencia de Bancos.
Una de las principales empresas intervenidas por el gobierno colombiano es la comercializadora DMG, que surgió en una provincia fronteriza entre los dos países y es acusada de lavado de activos del narcotráfico y captación ilegal de recursos, según las autoridades.
En esto "se manejó mucho dinero en efectivo, y "hay noticias de que dos bancos importantísimos en el exterior", incluido el Wachovia, "tuvieron recursos de David Murcia", detenido en Colombia y responsable de DMG, indicó Zapater.
Por eso "esperaría que las autoridades colombianas realmente comiencen a actuar con fuerza frente a este tema", sostuvo el jefe de la Unidad haciéndose eco de versiones de que en su momento "la presidencia colombiana" felicitó a DMG por su "labor altruista en la sociedad".
La semana pasada la policía ecuatoriana clausuró seis oficinas y capturó a nueve personas presuntamente vinculadas con la red de captación ilegal de dinero que operaba en Colombia.